El talento de Xavi permite que el Barça salga indemne de Albacete

El Barça encadenó una nueva victoria en Albacete a pesar de disputar el peor partido de la temporada. Una genialidad de Xavi a cinco minutos del final subsanó la indolencia de un equipo que dio una triste imagen. Y eso que los azulgranas no pudieron empezar mejor. Un hombre de la tierra como Iniesta fue el primero en golpear. Entre la buena presión del azulgrana y el innecesario regate del lateral manchego dentro del área, el Barcelona perforó a las primeras de cambio la meta de Gaspercic. El tanto ahogó al Albacete y relajó a los visitantes. El cuadro local ofreció todas sus carencias. A su buena intensidad en la presión unía una falta de criterio absoluto con el balón en los pies evidenciando su falta de puntería en casa donde tan sólo había sido capaz de marcar tres goles en siete partidos. Un colchón para vaguear El Barça se cogió la ventaja como un colchón en el que echarse a vaguear. Con Ronaldinho y Valdés recuperados a última hora, los líderes de la Liga se dedicaron a administrar la ventaja sin forzar la máquina recordando la larga lista de bajas que almacenan. Aunque caminaban a medios gas, la superioridad hubiese alcanzado otra dimensión si Ronaldinho no se excede con una vaselina en la frontal del área al límite del descanso cuando lo más normal era fusilar a Gaspercic. A esa ocasión del brasileño únicamente se le sumaban las carreras de Eto'o y de Damiá y un disparo de Deco. El resto se dejaba llevar. Más aún viendo la incapacidad del Albacete para crear peligro. Tanta que la única ocasión manchega durante la primera mitad nació de un resbalón de Damiá bien solventado por Valdés ante el cabezazo a bocajarro de Rubén. Hasta el descanso, la posesión de la pelota fue claramente para el Barcelona. Le faltó profundidad al equipo manchego. Tras el descanso, Pacheco tuvo un mano a mano que Valdés resolvió con eficacia. Puyol, curiosamente salía bien en la cobertura para ayudar a sus laterales. Cambio de estilo Pese a sus carencias, el Alba no cejaba en su empeño. Tras el descanso, los de José González quisieron echar el balón a tierra obviando los pelotazos anteriores. Una genialidad de David Sánchez, un cedido por el conjunto azulgrana, no fue aprovechada por Pacheco que se topó con Valdés. Una intentona sin continuidad mientras el Barça iba a su rollo. Cada vez más acomodado en su propia área y sin dar dos pases seguidos. Rijkaard estaba atacado. Sus jugadores estaban tentando demasiado a la suerte. Tanto que Marc González no tuvo más remedio que empatar. El Barcelona veía al abismo fruto de su indolencia. Su pasotismo unida a la fe del Albacete le abocaban a intentar no quedar peor parado. Un camino que inició Puyol salvando en la línea de gol un remate de Pacheco y que continuó una genialidad de Xavi. Una genialidad de Xavi Cuando peor pintaba el partido para los azulgrana, salió la clase del mediocentro para enganchar una estratosférica volea desde fuera del área imparable para Gaspercic. Un disparo que ensalza el liderato de un equipo que hasta gana cuando juega de pena. Del Barcelona lo más positivo era ver a Damiá, el chaval de la cantera con ganas de subir el costado. Recuerda Damiá por su biotipo a laterales altos del perfil de Anderson, del Nottingham o Kaltz, el alemán, futbolistas de los 80. Espigados, con ganas siempre de pisar el área.