Mereció más

FRENTE AL líder Zamora, la Cultural, particularmente en la primera parte, hizo un buen partido; el mejor, en mi opinión, de los despachados hasta el momento en el Amilivia. Por buen juego, oportunidades y ambición mereció más, incluso una victoria por buen margen. La caída en la trampa del fuera de juego, más veces por lentitud, falta de saber, también de velocidad, hizo que el equipo local no llegara a firmarla. Trampa ya vieja en el planeta del fútbol, conocida sobradamente, borrada de sus sistemas por la gran mayoría de los equipos. Adelantar la defensa al unísono, respondiendo a la voz del jugador encargado de hacerlo, fue la principal virtud y único mérito de los zamoranos, ante una excesivamente «cándida» Cultural que se equivocó muchas más veces de las que erró el línea, ahora llamado árbitro asistente, excesivamente presionada en la banda. Que a veces el fin pretendido por la presión surte el efecto contrario. (Por cierto, bueno sería que la Cultural cambiara la ubicación de su banquillo sobre el campo; porque evitando la ocasión se evita el peligro). El sistema planteado por el Zamora, la buena disposición de sus peones sobre el campo, con una estricta disciplina en el hacer, llevó a la cosecha de un buen punto. La falta de puntería de los culturalistas, la mala fortuna -balón estrellado en el poste- y la deficiente situación del portero Echevarría en el gol encajado complementaron con efectividad el logro; en la única ocasión que tuvo que intervenir durante el partido lo fue para ver como la parábola del balón burló su posición adelantada y se fue, entre su desesperación y asombro, a la red. Cambiando de suerte, de la tenida por otros equipos leoneses como Baloncesto León y Ademar, la jornada no ha podido ser más positiva. Resultados pronosticables, con la duda del partido que tocaría firmar al Baloncesto. Pues bien, en Melilla recobró lo perdido en la jornada anterior en el Palacio, conservando así el cuarto lugar de la clasificación. Ademar venció, como quiso, a los entusiastas del Karvina. Diez goles de diferencia, que pudieron ser -de habérselo propuesto- el doble. Era tanta la diferencia que Cadenas se permitió utilizar pocos minutos a sus jugadores puntales, incluso dejó descansar al goleador Kjelling, espectador en la grada del cómodo partido jugado por sus compañeros. Ya está Ademar en cuartos de final de la Recopa, competición en la que ha quedado eliminado el Valladolid, uno de los posibles obstáculos en el camino.