Diario de León

| Perfil | Arrigo Sacchi |

Un enfermo del fútbol

Después de tres años apartado de la actividad por una crisis de ansiedad, este hijo de zapatero vuelve a España para organizar a Florentino Pérez la trastienda de este Real Madrid de la galaxia

Arrigo Sacchi pretende que el Real Madrid funcione como el gran Milan

Arrigo Sacchi pretende que el Real Madrid funcione como el gran Milan

Publicado por
Luis Villarejo - madrid
León

Creado:

Actualizado:

Arrigo Sacchi renació para el mundo del fútbol, después de que una crisis de ansiedad le apartara de los terrenos de juego hace tres años, y regresa para dirigir al equipo que hace varios lustros le consideró su bestia negra europea y que hoy deposita en él los designios del futuro blanco. La vida de Sacchi está llena de reconsideraciones, de cambios bruscos de sentido, siempre a la voluntad de un fuerte y decidido temperamento. Y es que este italiano nacido hace 58 años, tuvo que probar el fracaso para aprender a saborear el triunfo de la época dorada del Milán, esa época en que endosaban 5-0 al Madrid. Y el fracaso lo probó vestido de corto, como regular jugador de nulo futuro, que le obligó a reconsiderar desde adolescente su pasión por el fútbol y encaminarla a los banquillos, donde en los equipos amateur de su ciudad natal, Fusignano, ya plasmaba en el campo su fútbol vistoso. Pero no sería hasta 1985 cuando este hijo de zapatero daría el salto a la profesionalidad, con su fichaje por el Parma, entonces en la Tercera División italiana, al que en un solo año consiguió ascender de categoría. Y seguiría entrenando al Parma hasta que en el verano de 1987 Silvio Berlusconi le daría la oportunidad de su vida: ofrecía el banquillo del Milán a un desconocido, hincha desde pequeño del Inter, y al que la prensa no trataría demasiado bien al principio, poniéndole el significativo apodo de don nadie. Aunque con el tiempo se desprendería, por méritos propios de ese sobrenombre, Sacchi tuvo que padecer en sus inicios las críticas más acérrimas cuando el entonces modesto Espanyol, entrenado por Javier Clemente, le eliminase de la Copa de la Uefa, una derrota algo mitigada por la conquista de la Liga italiana. Sin embargo, esas pequeñas frustraciones solo servirían para que en abril de 1989 saboreara mejor la histórica manita que endosó al máximo rival continental de los milanistas, un Real Madrid que en San Siro y con la Quinta del Buitre fue incapaz de vencer al equipo de un don nadie, acompañado de Baresi, Van Basten, Gullit y Rijkaard, y vio como se escapaba otra final de la Copa de Europa. Una copa que no se le escaparía a Sacchi ni ese año ni el siguiente, hasta el punto de que Ramón Mendoza fue capaz de proponerle a su bestia negra el banquillo blanco y el ya más que reputado entrenador italiano fue capaz de decir no al equipo más laureado de Europa. Porque su destino tras el Milán era otro, la selección italiana y su punto de mira el Mundial de Estados Unidos de 1994, en el que Italia acabaría perdiendo la final. Un temperamento consecuente y apasionado que le hizo romper su contrato con la selección, el 1 de diciembre de 1996, para volver a dirigir a su Milán. Después, entrenó al Atlético de Madrid. Sería en su nueva etapa con el Parma cuando Sacchi colgaría las botas.

tracking