León BM logra volver a la División de Honor femenina en tan sólo un año
El equipo leonés logró el ascenso en la liguilla jugada en La Orotava
El 2004 ha sido sin duda un buen año para el balonmano femenino leonés. El 2 de mayo, el León BM conseguía ascender a la División de Honor femenina con un triunfo holgado 19-29 frente a las canarias de La Orotava. Las leonesas, con un balonmano intenso y efectivo, desarbolaron a las canarias en apenas un cuarto de hora y ganaron el billete para subir al grupo de las mejores. En el «viaje» las acompañó el conunto catalán del Castelldefels. Era el punto culminante de la campaña para las pupilas de Miguel Peñas. Previamente, en el play-off que iba a decidir los ascensos a la División de Honor femenina, las leonesas disputaron partidos memorables para encarrilar su marcha ascendente. Así, a mediados de abril, las muchachas del León BM se deshicieron del Farho Gijón en un choque vibrante y muy igualado que terminó 30-28 a favor de las leonesas. Después de haber tenido por dos veces al rival contra las cuerdas, contra sólo cuatro jugadoras de pista del Gijón y una diferencia de tres goles a favor en el marcador, el último minuto y medio de partido resultó agónico. El conjunto asturiano, tal vez uno de los mejores de la fase de ascenso, tuvo un ataque a su favor para intentar ponerse a tan solo un tanto del anfitrión, pero terminó fallando. El aliento y el apoyo desde la grada del pabellón San Esteban resulto pieza indispensable para que Leon superase a las asturianas y pusiese proa en dirección a División de Honor. «Puede que sean los puntos decisivos», señaló en aquel entonces el entrenador local, Miguel Peñas, y no se equivocaba. Dos días después, en otro encuentro épico, las muchachas del León BM conseguían otro triunfo vital, en esta ocasión de penalti y en el último segundo ante las granadinas del Grupo 74. El partido terminó con un marcador 22-21 que fue fiel reflejo de cómo se desarrolló el choque. Fue un partido muy sufrido hasta el último momento. Al final se impuso la veteranía de las leonesas. Así, con estos precedentes, era muy improbable que se escapase el tan ansiado ascenso que tanto había trabajo el presidente Jesús Fernández y todo su equipo, desde el primero hasta el último.