Restos y retos pendientes
RETOS Y RESTOS luchísticos pendientes. En clave Horizonte 2000. Horizonte Siglo XXI. Y desde la expectativa federativa «el hacer las cosas bien importa más que él hacerlas» (A. Machado). Claro que el posibilismo también insta a someterse al principio de que «lo bueno es enemigo de lo mejor»; al menos en el plano de la Lucha leonesa a corto plazo. Reto del mecenazgo institucional y no rutinarias -«alucheras»- subvenciones diputacionales corro a corro. Y paralelamente mecenazgo empresarial, verbigracia vía la multinacional cervecera Coronita (Antonino Fernández/Cerezales del Condado y a la manera en que la tabaquera Coronas patrocina integralmente a la Lucha Canaria. En esa sintonía del «arte de lo posible» -posibilismo-, la casuística de retos es múltiple. Al tratarse lo esbozado hasta ahora por la presidencia federativa de avances y genéricos, resultaría normal que se echasen en falta objetivos y retos en tal horizonte federativo. De lo que se trataría es de que no se acabasen echando en falta transcurridos los emplazados cien días de cortesía. Nuestros juicios para entonces dejarán de ser apresurados y por ende prematuros. Y no nos dolerán prendas entrar a saco con análisis y balances. Balance analítico desde nuestra subjetividad. Por nuestra cuesta y por nuevo riesgo: nuestra independencia nos la pagamos nosotros. La pagamos y la arriesgamos. Pero, ya sabe, «no he de callar por más que con el dedo/ ya tocando la boca ya de frente/ silencio avises o amenaces miedo. ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente? (F. Quevedo). ¿Reto «composición equipo directivo»? Reto: un equipo de gestión y por comisiones: hacer operativa la gestión. Esta figura del presidente-gestor se corresponde también con la idea de gentes como Héctor García y Clemente Fuertes, de tanta personalidad y criterio (y perspicacia a lo que se desprende) dentro como fuera del corro. El riesgo: que se acabe por imponer el peso de la endogamia federativa» (hermanos/tíos/primos...), el paisanaje (paisanos y vecinos) y lo que es peor el trapicheo, compadreo, mercadeo, chalaneo («Tú me da y yo te doy»...), «deslumbramiento vía divos alucheros», compromisos («hoy por ti mañana por mí»)... Todo lo cual vendría a dar la razón a la cita de Lampedusa «hacer que todo cambie para que todo siga igual» equivalente a lo tan manido de lo de los mismos perros con distintos collares». Mejor curarse en salud y apercibir ¿o no...? De lo empírico a lo pragmático para adherirnos a esa a modo de «declaración de principios presidencial». Presidencial, ya de entrada, no generadora del pernicioso «presencialismo»: descentralización, comisiones y equipos de trabajo, etc. Pautas liberales alejadas del estilo centralizador/intervencionista que caracterizó la etapa anterior. Lo que no equivale a falta de control, sino «control a través de...». Responsabilidades dispersas, al tiempo que compartidas. Más pragmatismo desde esa apuesta posibilista que invocamos. Retos pendientes, objetivos y compromisos que se echan en falta. Frentes abiertos y a abordar (en clave de posibilismo, recuerden): asamblea general en serio, ¡auditoría!, revisión a fondo reglamento (¡al menos semiligeros!), permanente debate general en torno al cinto y lesiones y cobertura (absolutamente prioritario en nuestra opinión), clubs, cantera... Todo ello a fondo y en serio, reiteramos. Reto posibilista de alcance-resumen. Si no romper y desmarcarse, al menor marcar distancias con todo lo anterior; anteponer la imaginación y la eficacia al talante y al buen rollito... Frente al desencanto anterior, reto de esperanza. Reto de superación a lo tan cazurro del «esto se arregla sólo o esto lo arreglo yo solo», asumiendo el compromiso conjunto y participar y compartir «que los montes se hacen llanos cuando son muchas las manos y uno sólo el ideal». Referencia, una vez más, el ejemplo canario y para llegar al decreto ese 433/83 que daría luz verde a su Federación (Nacional) de Lucha Canaria; al cambio, reconocimiento y homologación de la lucha leonesa, como deporte y a nivel nacional: primer paso para la creación de nuestra propia Federación (Nacional) de Lucha Leonesa, feliz remate a la gestión iniciada por la Agrupación allá por 1991.