Un toscano con «mal de África»
Ayer, al conocer la muerte de Pérez, había reafirmado su intención de despedirse del rally
Nacido el 31 de diciembre de 1957 en la localidad toscana de Castiglion Fiorentina, un verde valle muy lejano de la sequedad y de los colores del desierto africano, Meroni ha fallecido justo en el que él había declarado que iba a ser su último Dakar. Una prueba de la que, tras haberla conquistado en la categoría de motos en los años 2001 y 2002, se había intentado alejar, llegan do a anunciar en varias ocasiones su retirada. Pero la «llamada de Africa» siempre ha sido superior a sus intenciones. El «mal de Africa» ya le llegó en 1990, cuando participó en el Rally de Túnez. Era su primera experiencia en el desierto, pese a lo cual Meoni fue siempre en las primeras posiciones Le sirvió para preparar lo que definió como su «gran sueño»: el Dakar. Y lo cumplió dos años después. Terminó el desafió, ocupó la duodécima plaza y fue el primero de los pilotos privados. Ese año, asimismo, acabó tercero en el Rally de los Faraones. Ganar el Dakar ya se convirtió en su gran obsesión. Y se la sacó en 2001, cuando a los mandos de una KTM lo conquistó por vez primera. Meoni repitió triunfo al año siguiente en el París-Dakar y ya empezó a pensar en no participar más en la durísima cita africana. Pero Africa le volvió a llamar y en 2003 estuvo en la línea de salida y de llegada, acabando en la tercera plaza. También tomó parte en la edición 2004, dominada por el español Nani Roma. Y a su vuelta anunció su retirada. Pocos le creyeron. Y de nuevo sufrió la llamada de Africa, dio marcha atrás y anunció que iba a participar en el Barcelona-Dakar 2005, que debía ser, en verdad, su última participación. El deseo de Meoni era retirarse con el triunfo. En las diez etapas disputadas estuvo en los primeros lugares, lideró la prueba unos días y a la línea de salida de ayer se presentó como segundo clasificado, a menos de diez minuetos del líder, el francés Després. Ayer mismo, tras conocer del fallecimiento de José Manuel Pérez, el italiano había reafirmado su intención de despedirse este año de una prueba por la que «tiene pasión y fascinación, pero que en la que hay que evitar que ocurran estas cosas (muertes)». Fabricio Meoni, el toscano con el «mal de Africa», uno de los héroes de la historia del Dakar, se ha despedido físicamente de la prueba africana dejando su vida en ella. Pero su recuerdo perdurará para siempre en el desierto.