División de opiniones en el debut en casa del Club de Pelota Leonés

Se abrió la espita del Campeonato de España y, el pasado fin de semana, el Club de Pelota Leonés jugó sus primeros partidos contra el Jaime Oñate de Pedrajas de San Esteban-Valladolid. Muchas fueron las sorpresas para el equipo leonés. La falta de entrenamiento por mor de las fiestas navideñas - las instalaciones de la Universidad permanecen cerradas esos quince días- unido a las lesiones que ya han empezado a producirse nada más comenzar, han encendido la luz de alarma para el conjunto del Club de Pelota Leonés. El asturiano Goyo, uno de los fichajes que los leoneses hicieron la pasada temporada, tampoco ha podido iniciar el 2005. La lesión que venía arrastrando desde enero del pasado año sigue latente y no deja al pelotari fajarse como es debido. Cadera, abductor, no se sabe con certeza. Lo que si es cierto es que Goyo cada vez que lo intenta se ve forzado a abandonar el partido quedando en el dique seco durante tres o cuatro semanas. El zaguero Amilivia también tiene molestias a la altura de la cadera que no le dejan jugar al cien por cien, obligándole en muchos tantos y en la suerte del saque a entregar, en cierto modo, la pelota al contrario con demasiada blandura. ¡La enfermería está abierta señores! Partidos de la jornada Buscando la seguridad y rentabilidad de la pasada temporada, por aquello de que no perdieron ni un solo partido, defendieron la modalidad de paleta los leoneses Ricardo y «Chobo». Los pelotaris del Jaime Oñate Sanz-Oscar serían sus contrarios. El partido, que ganó el club de Pelota Leonés por 35-24, tuvo sus pasajes agónicos y de cierta congoja. Nuestro delantero Ricardo, que venía después de veinte días si tocar pelota, unida a la variada gastronomía de estas fiestas, acusó el envite y el compromiso. Faltó poco para que el mozalbete del Jaime Oñate, Sanz, se le subiese a las barbas y le diera un disgusto al leonés. Oscar, compañero de Sanz, también puso la situación cuesta arriba desde la zaga y peloteó con potencia como en él es habitual. En el meridiano del partido las cosas parecieron asentarse. Ricardo conjugó bonitos tantos y «Chobo», que fue el mejor de los cuatro, a su marcha, sin hacer parosixmos exagerados, poniendo orden y equilibrio en el partido, marcó las diferencias. El punto conseguido le viene de perillas a los leoneses y les sirve para engancharse a ese tren que se acaba de poner en marcha. El encuentro de pala corta se jugó a continuación entre los leoneses Alberto y Amilivia y los vallisoletanos Martín-Salamanca. Un parcial de 12-2 nada más comenzar el partido, a favor de los del Jaime Oñate, ponía las cosas patas arriba. Alberto parecía no tener potencia para romper la pelota en los cuadros tres y cuatro y su juego rectilíneo favorecía la devolución de los contrarios, que estaban crecidos y deseosos de ganar. Un tiempo de descanso pedido por los leoneses, unido al cambio de material, pareció poner un impas en el encuentro. Alberto y Amilivia, el primero asentando su juego y el segundo con su poderoso y colocado servicio, consiguieron el empate y se fueron de rositas en un apetitoso 22-17 que parecía poner las cosas en su sitio. No fue así. Volvió a caer Alberto en errores absurdos que, unido a pelotas de excesiva suerte para los contrarios que casi besaban la chapa de falta, le dieron la vuelta al marcador. Los tantos finales, y cuando ya el pelotari ha perdido el nervio y la tensión del partido, fueron para Martín y Salamanca que ganaron por un apretado 40-37. Amilivia volvió a resentirse de su lesión e ignoramos si podrá jugar el próximo domingo contra el Grupo Covadonga de Gijón, en los partidos que se disputarán a las 11,30 de la mañana en el frontón universitario. Esperemos que en esta jornada que se disputará el próximo domingo las cosas sean distintas para el equipo leonés.