Más precauciones para los locales y un espíritu ofensivo en los bercianos

Con independencia de los veintidós hombres que elijan los entrenadores para saltar esta noche al Amilivia, está claro que la Cultural tratará de mantener su portería a cero en los cuarenta y un minutos que restan por jugarse, mientras que la Deportiva deberá echarse arriba para quemar sus naves y remontar un marcador que le es adverso. Cantarero ha dicho que no van a salir a especular y que su equipo buscará un segundo gol para mayor tranquilidad. Se antoja complicado que eso vaya a ser así. No cuadra una Cultural atacando con el marcador en franquía y en un partido tan corto. Seguramente optará por la contención en todo el campo, presionando a su rival y dejando arriba al siempre impetuoso Paulino para mantener preocupados a los zagueros blanquiazules. Por contra, Tomé baraja sacrificar a un centrocampista, que podría ser Jesús, retrasando a Rubén Vega en el papel de organizador y dando entrada a un segundo delantero como Kaiku, que es el único que le queda junto a Brasi, tras la lesión de Gonzalo. El vasco podría contar así con una nueva oportunidad de demostrar que puede ser útil al equipo. Por cierto que el balón será para la Deportiva en su zona de cobertura, porque tal era la tesitura cuando se produjo la suspensión. A partir de ahí se iniciará la batalla por llevar el cuero a los dominios de Etxeberría, salvando la oposición de un rival empeñado en defender su preciado botín de tres puntos que necesitan con urgencia.