España se juega con Suecia y Croacia sus opciones de metal en el Mundial
La selección de Juan Carlos Pastor necesitará en el Mundial de Túnez, que empieza mañana la ilusión que sus jugadores transmiten a raudales en el inicio de un ciclo olímpico. Ese podio parece gafado: 7ª en Japón 97, 4ª en Egipto 99, 5ª en Francia 2001 y 4ª en Portugal 2003, España anhela una medalla que complete las cinco (dos en Juegos Olímpicos y tres en Europeos) logradas en el periodo 1996-2000 con Juan de Dios Román. Además de la mala suerte, en esos cuatro mundiales hubo demasiados nervios y falta de eficacia en los momentos decisivos. Hay recuerdos que nunca se borrarán de la mente de los aficionados: la vaselina al palo de Guijosa en los cuartos de final del 97 frente a Suecia, que luego ganó en la prórroga y fue campeona; la tarjeta roja a Barrufet en el 99, a diez segundos del final contra Rusia, que había estado contra las cuerdas todo el partido; el nefasto duelo contra Yugoslavia en el 2001, cuando España era una clara aspirante al oro; la derrota ante Croacia tras dos prórrogas en las semifinales de 2003; y, para colmo, el dramático varapalo en los Juegos de Atenas hace cinco meses, cuando la selección de César Argilés cayó por penaltis ante Alemania en cuartos de final, también tras dos prórrogas. Ese último disgusto manchó el adiós a la selección de Talant Duishebáiev, un director de juego genial a quien ahora sustituyen los jóvenes Chema Rodríguez y Raúl Entrerríos en el puesto más delicado del equipo. Argilés sustituyó a Román con el encargo de una difícil transición que no fue tan mala como algunos auguraban, si se mide en calidad de juego y oportunidades de podio. Pero no se ganó ninguna medalla en cinco grandes torneos, lo que ha desembocado en el nombramiento de Pastor. El técnico podrá afinar ahora algo su maquinaria en las dos primeras jornadas de Sfax, que normalmente deberían ser dos entrenamientos con himnos nacionales: perder ante Japón (domingo, 19.00) y Australia (lunes, 16.15) sería un escándalo. Pero luego, tras el descanso del martes, vendrá lo dramático: Suecia y Croacia, dos de las selecciones favoritas.