La confesión de un árbitro alemán desata un escándalo de corrupción

El caso de corrupción arbitral que sacude Alemania entró en una nueva dimensión, al confesar el implicado el cobro de 50.000 euros por manipular tres partidos, pagados por una mafia croata, así como la intervención de otros colegas y jugadores. Robert Hoyzer, el árbitro de 25 años que causó el revuelo, ha admitido ante la fiscalía haber ganado la mencionada cantidad y haber presenciado pagos parecidos a otros colegas . El árbitro ha confirmado también haber recibido dinero de miembros de una mafia croata, que según otros medios alemanes tiene su centro de operaciones en un bar de Berlín. El caso de corrupción ha sacudido tanto al mundo futbolístico como al político, mientras crece el temor de que sus repercusiones dañen la imagen de Alemania 2006. | efe