Madrid consigue dar ante el COI la necesaria sensación de unidad

Madrid 2012, un proyecto Joven Aunque Sobradamente Preparado (JASP), intenta pasar en cuatro días, como las mejores promesas del país, la selectividad que le permita acceder a metas mayores: la carrera por el Olimpo, en la mejor acepción de la palabra. Para empezar, nueve asignaturas el primer día, además de la de circular por Madrid sin asustarse de obras o atascos: «Estructura y clima político y económico»; «Concepto y legado de los Juegos Olímpicos», «Medio Ambiente y Meteorología»; «Seguridad»; «Márketing»; «Finanzas»; «Alojamiento», «Transportes» y «Asuntos legales». Doce hombres y mujeres «sin piedad», tan neutros como se les supone, que diría la portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, preguntan, uno tras otro, a los mejores expertos de la ciudad -de la región, del país- sobre los asuntos que más les llaman la atención, pero con «naturalidad», «como si hablaran con nosotros todos los días», en palabras de la socialista Trinidad Jiménez. Más de trescientos periodistas esperaban a las autoridades en la acera de acceso a la puerta principal del hotel Eurobuilding, uno de los mejores comunicados, a dos pasos de la Castellana, con línea de Metro y autobuses, y cerca, muy cerca, del Santiago Bernabéu que se adorna estos días con una pancarta gigante: «Preparados para ti», el lema de Madrid 2012. Con un sol incipiente que, por fin, calienta a los madrileños, casi puesto a propósito para que los invitados sientan «el calor» de la ciudad, el color rojo y la llama olímpica del 2012 castizo rodean cualquier objeto que quede a manos de uno de los evaluadores: hasta las sillas que ocuparán todo el día en la sala de ponencias han sido forradas en ese color. Y para que todo tenga el aroma preciso, las encargadas de la limpieza -que también portaban las preceptivas acreditaciones que invitados y periodistas estaban igualmente obligados a mostrar, colgadas de vistosos cordones, también de color rojo olímpico- pulverizaban ambientadores de reminiscencias infantiles que, de cuando en cuando, lo llenaban todo. Aguirre, desaparecida Aún ofrecía el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, unas palabras a la prensa en un reducido espacio donde se agolpaban reporteros gráficos, redactores y cámaras, cuando, casi desapercibida, una elegante Esperanza Aguirre que había hecho un brillante discurso ante los visitantes desapareció sin dejarse ver, ni oír, y se la echó en falta. También se extrañó a los compañeros de los medios extranjeros: al parecer, el Ayuntamiento de Madrid les invitó a un «tour» guiado por la ciudad que muchos de ellos aceptaron. Para los de casa, dos invitaciones para un paseo en autobús a canjear cualquier día del mes de febrero. Tras los discursos de bienvenida, empezaron los exámenes. El alcalde fue el primero, pero ya no empezó a la hora prevista, y el director general de Madrid 2012, Feliciano Mayoral, sufrió el primer retraso considerable que se acumuló hasta trastocar todas las previsiones. Tan así fue, que la consejera de Transportes, Dolores de Cospedal, que tenía que haber participado en el segundo turno de la tarde, optó por volverse a su despacho, puesto que a las dos últimas comparecencias de la mañana se aplazaron hasta después de comer. Le tocaba, pues, bien entrada la tarde. Desde fuera, ya que las comparecencias tenían lugar en el primer piso y a puerta cerrada, los comentarios sobre «lo interesada que está esta gente en todo» y la curiosidad por «la cantidad de cosas que están preguntando».