Una jugadora italiana abandona las canchas para hacerse monja

Michela Amadori, jugadora italiana de voleibol que durante su carrera deportiva ha sido internacional júnior, ha decidido abandonar este deporte para convertirse en monja de clausura. Sor Michela, como ya ha sido denominada en el convento romano de clausura las Carmelitas, donde ha ingresado como novicia, tiene tras de sí una prometedora carrera como jugadora de voleibol, que la llevó a ser subcampeona del mundo júnior en Polonia en 1997, torneo ganado por Rusia. Pero en 1998, al trasladarse a Roma para jugar en el club Centrale del Latte, de la segunda categoría profesional italiana, ya dio los primeros pasos para su vocación religiosa al iniciar la carrera de teología. Desde ese año empezó a compaginar el voleibol y su anhelo religioso. | efe