Ademar perdona en su asalto a la pista del líder y lo acaba pagando (25-22)
El buen juego de la primera parte, donde llegaron a ganar de cuatro, se diluyó en la segunda
El Ademar quería aprovechar en su visita a Pamplona los temores del Portland San Antonio en las últimas fechas. Sin embargo, después de una peligrosa primera mitad, en la que los antonianos estuvieron a merced del Ademar, las cosas cambiaron por completo en el segundo tiempo. Portland, gracias a una brillante defensa y a la aportación ofensiva de Boesen y Alberto Martín que sumaron trece go les, consiguió tumbar las aspiraciones del Ademar en una segunda mitad soberbia y conservó el liderato. El Mundial de Túnez ha pasado factura y ayer se notó. Algunos jugadores llegaron de Túnez con problemas físicos (casos del lesionado Richardson y de los mermados Garralda, Balic y Metlicic) y otros con la resaca (deportiva) de tanta celebración por el histórico oro conquistado por la selección española en tierras africanas. Sin ir más lejos, los medallistas de ambos equipos recibieron un homenaje por parte del San Antonio (incluido un regalo y pasillo de honor) en los prolegómenos del encuentro. Pero los problemas derivados de la disputa del Mundial de Túnez se repartían casi a partes iguales entre Portland y Ademar. Los antonianos tenían la presión de ganar a un rival directo por el título de Liga, por eso de jugar en casa. Lo consiguió, pero el arrollador inicio del Ademar incomodó el regreso de Portland a la competición oficial. Con Juanín como punta de lanza, Jorge Martínez convertido en todo sun seguro deteniendo los tres primeros penaltis que le lanzaron (uno lo falló Lozano y los otros dos, Rocas) y Kjelling ofreciendo un recital de lanzamiento, los leoneses mandaron en el marcador desde el inicio. Y es que a su acierto ofensivo se sumó un 6-0 demoledor en defensa, que atascaba una vez sí y otra también las torpes circulaciones de los jugadores antonianos, que no sabían como encarar la portería de Jorge Martínez. Con este panorama, Portland se plantó rozando el descanso con cuatro goles de desventaja (8-12 en el minuto 24) que encendieron las luces de alarma. Incluso pudieron ser algunos más, pero los jugadores de Cadenas terminaron perdonando demasiado cuando literalmente los tenían a su merced. El guión del partido no gustaba en esos momentos al técnico navarro y decidió que era hora de empezar a introducir algunas variaciones. Así, «Zupo» Equisoaín pidió un tiempo muerto y, pese a jugar los instantes siguientes en inferioridad numérica por exclusión de Alberto Martín, un parcial de 2-0 inyectó moral a Portland (10-12, minuto 27). Pudo ser incluso mejor si Jorgensen no hubiera desperdiciado una contra que lanzó directamente fuera en un mano a mano con Jorge Martínez. Y como no había tiempo para mucho más, los antonianos, que habían vivido en la primera mitad de la intuición de Kasper en la portería y del excelente estado de forma de Garralda, se retiró al vestuario a dos goles del Ademar (11-13, minuto 30). A Portland le quedaba una difícil tarea por delante en la segunda mitad del partido. Los antonianos le metieron mayor ritmo al partido y el Ademar sólo aguantó el tirón hasta el minuto 38. Fue entonces cuando Zupo cambió su defensa e introdujo una mixta con Andorinho pegado a Kjelling, un incordio para la zaga local. El técnico navarro frenó la fuente anotadora de los leoneses y dos tantos consecutivos de Alberto Martín -el gran revulsivo local- pusieron por delante al conjunto navarro (18-17, en el minuto 40). Era la primera ventaja de Portland en todo el partido, pero la definitiva. El Ademar, con seis exclusiones en la segunda mitad, se fue diluyendo. Los antonianos, con una defensa agresiva, Kasper parando penaltis y Boesen y Martín exhibiendo su amplia galería de lanzamientos, ya no se bajó del carro de la victoria. Boesen y Martín fueron los dos martillos pilones del Portland, machacando la portería contraria una y otra vez. Si a la pérdida de rumbo de los leoneses se le une la rigurosa actuación de los árbitros, el camino para los pamplonicas estaba mucho más allanado. Cuando se decidía la suerte del encuentro, con los locales uno o dos goles por encima, la pareja arbitral expulsó a Vatne por tres exclusiones y excluyó a Entrerríos dos minutos. Ademar quedó con cuatro jugadores en pista. Fue el principio del fin. Los de Cadenas sólo lograron hacer nueve goles en el segundo tiempo Cuando en la segunda mitad el Portland apretó en defensa, mejoró las ayudas, evitó el letal contraataque leonés y puso a un jugador -el portugués Andorinho- como si fuese un auténtico perro de presa sobre Kjelling, el Ademar se espesó en grado superlativo. El ataque posicional no funcionó y el equipo dejó de dar sensación de eso mismo, de equipo. Demasiadas prisas y demasiados jugadores queriendo resolver por su cuenta. Mala receta para solventar una papeleta como la que tenían ayer en Pamplona. Fruto de todo ello fue que el Ademar sólo consiguió hacer nueve goles en el segundo tiempo, por los catorce que le endosó el conjunto antoniano. Es más, en los 24 primeros minutos de este periodo, Kasper sólo tuvo que recoger el balón de la red en siete ocasiones. Demasiado poco para inclinar la balanza a su favor. Cadenas lo intentó, pidió tiempos, cambió jugadores, pero nada resultó. Buena parte de la primera línea no tuvo su tarde en la jornada de ayer y se notó.