Un penalti en el descuento deja a la Deportiva sin premio en Sestao (2-1)

La historia volvió a repetirse y la Deportiva cosechó la tercera derrota de la temporada a domicilio, con unos condicionantes similares a las de las dos anteriores. De nuevo se enfrentaban los blanquiazules a un equipo con problemas clasificatorios y, desde luego, con mucha menos calidad que los bercianos en sus filas. Pero igual que sucediera en Haro y Guijuelo, los dos puntos negros de la campaña hasta esta jornada, el campo de juego iba a marcar el desarrollo del partido. Bien es cierto que ayer en Sestao los de Tomé fueron capaces de igualar un encuentro que perdían durante muchos minutos, cuando sólo restaban siete para la conclusión. Sin embargo, una acción polémica en el último minuto, con penalti a favor de los vascos por una mano involuntaria de Ribadulla que, curiosamente acabó con expulsión de Fuentes, sin tener intervención en la jugada, dio al traste con el punto que en ese momento se lograba. La gran tromba de agua que descargó en el primer tiempo dejó el césped más propicio para el fútbol de fuerza que propusieron los sestaotarras desde el principio. Salió el cuadro de Pouso decidido a presionar a los bercianos y gracias a esa superioridad física lograron llegar en más ocasiones al marco de Rubio, de lo que los blanquiazules lo hicieron ante un Borja convertido en espectador durante el primer tiempo. La delantera local se mostraba impetuosa, si bien Rubio nunca tuvo que emplearse a fondo en situación de verdadero peligro. Así era hasta que a la media hora llegó una jugada desgraciada para la Deportiva, cuando Izurza remata desde lejos, rechazando el cuero Bornes para que cayera en poder de Unai Pereda, en la derecha. El exterior diestro chutó a puerta tal y como venía, pero en realidad le salió un centro hacia el área chica donde Imanol, sospechosamente solo, anotó sin oposición el primer tanto de la tarde. Aquello tenía pinta de fuera de juego, pero ni el joven colegiado aragonés, ni tampoco su asistente, invalidaron la jugada que enloqueció a la parroquia de Las Llanas. El Sestao llevaba siete jornadas sin ganar y su situación era preocupante, por lo que se le hacía imprescindible lograr una victoria para escapar de los puestos de peligro. La Deportiva tenía problemas para llegar arriba y sólo pudo crear peligro en sendos lanzamientos de Fran y Miguel, que se perdieron muy cerca del poste. Al margen de esto, sólo una penetración de Tarradellas por su banda, concluyó con un centro sobre el área que no encontró rematador. Ayer debutó Guille desde el principio, pero igual que otras veces le ha ocurrido a Brasi o Kaiku, poco se puede hacer sin la asistencia de balones en condiciones de ser rematados. El jerezano recibía el cuero en pelotazos largos desde su propia zaga y siempre de espaldas al marco rival. Bastante hacía con bajarlo y tratar de buscar un compañero a quien entregar la pelota. Mejoría tras el descanso El segundo tiempo tenía mejor pinta para la Deportiva porque sus jugadores salieron con intención de buscar el marco de Borja. Guille realizó tres penetraciones de mérito, aunque no encontró rematador en ninguna de ellas. Miguel lanzó una falta que lamió el larguero, antes de que Fran lograra el empate a falta de siete minutos. Un balón colgado a la frontal no es bien despejado por el meta local y Fran aprovecha la mala salida de Borja para batirle en bella vaselina. El empate parecía mal menor y había esperanzas de algo más porque Unai Pereda había sido expulsado al simular penalti. Pero entonces llegó la expulsión de Úriz y los locales se fueron por la victoria en igualdad numérica. Un centro llevó el balón a la mano de Ribadulla, que no al revés, y el árbitro, influenciado por el público, señaló penalti, expulsando a Fuentes, que nada tenía que ver. Iñaki anotó desde el punto fatídico sin tiempo para la reacción visitante.