El cartero Malone dice adiós sin anillo
EL VETERANO jugador estadounidense Karl Malone, de 41 años, anunció anoche su retirada del baloncesto profesional en Salt Lake City, la ciudad en la que jugó durante 18 de las 20 temporadas que ha estado en activo. De esta forma, abandona el baloncesto uno de los últimos jugadores del mítico Dream team de Barcelona'92 que aun aguanta el ritmo frenético y exigente que marca la NBA. Y lo hace en la ciudad que le vio nacer como estrella de este deporte. El adiós del Cartero, sobrenombre que se le puso en sus primeros años en Utah por su facilidad para trasportar la pelota hasta el aro rival, marca así el final de una generación que vivió su punto culminante en la exhibición de Barcelona. Retirados Michael Jordan, Magic Johnson y John Stockton, la NBA vive ahora días de nostalgia. Nacido en Lousiana y criado en la Universidad de Lousiana Tech, Malone llegó en 1985 al draft con pocas esperanzas de alcanzar una buena posición. Sin embargo, los Jazz le echaron sus redes en la decimotercera ronda para sorpresa de algunos. Pero Malone no decepcionó y en su primer año promedió 14.9 puntos y 9 rebotes por partido. En esa temporada de novato aprendió a sufrir los rigores de las defensas y se convenció de la necesidad de cambiar su fisionomía para ser competitivo en una jungla poblada de torres. Malone, además, ha establecido un modelo de conducta tanto dentro como fuera de las canchas. A la disciplina que se ha impuesto en sus 20 años de profesional, basada en mucho gimnasio, control riguroso de la alimentación y limitados excesos, el alero añadió un incomparable espíritu competitivo. Pero no sólo ha sido un revolucionario en un sentido disciplinario, sino que ha mostrado una versatilidad en su juego poco frecuente hace 20 años. Malone se sobrepuso bajo los aros a sus limitaciones de altura y demostró cómo es posible subsistir en la pintura con astucia y carácter. Estas virtudes y sus grandes promedios de anotación y reboteadores le llevaron en 1992 a formar parte de un equipo de ensueño liderado por Michael Jordan, uno de los pocos mitos que ni Malone ni casi ningún mortal puede superar. Ambos se rodearon de Magic Johnson, Larry Bird, Pat Ewing, Charles Barkley, Scottie Pippen, David Robinson, John Stockton, Clyde Drexler, Chris Mullin y Christian Laettner para ganar el oro olímpico en Barcelona. A otros equipos se les ha puesto el mismo sobrenombre, pero ninguno ha alcanzado el nivel de eficacia, exhuberancia y fama que el que vapuleó a sus rivales en el Palau Sant Jordi en el verano de 1992. Pero nunca llegó el ansiado anillo de campeón de la NBA, del mundo, como se dice en Estados Unidos. Con los Jazz lo rozó en dos ocasiones consecutivas en los años 1997 y 1998. En ambas ocasiones, se cruzó Michael Jordan y sus imparables Bulls. Este es el único borrón en un historial repleto de éxitos y cifras astronómicas, y con intención de subsanarlo emprendió camino a Los Angeles para concederse una última oportunidad con 39 años de la mano de Kobe Bryant y Shaquille O¿Neal. Pero el anillo nunca llegó. A pesar de ello, en el currículum de Malone figura el haber sido dos veces nombrado jugador más valioso y trece veces seleccionado para disputar el partido de las estrellas, entre otros muchos méritos. Uno de ellos es el de haber sido el único jugador de la NBA que ha sobrepasado los 2.000 puntos por temporada durante once campañas consecutivas.