Otro empate de la Cultural acaba con el poco crédito de Cantarero (1-1)
El ejecutivo y la dirección genera l de l clu b se citan hoy para decidir la destitución del técnico
El equipo culturalista fue de continuidad. Carlos García Cantarero confió en los que sacaron los tres puntos de Baracaldo, salvo con los impedidos por las sanciones como por las lesiones. Enfrente, un rival falto de nóminas, pero no de profesionalidad ni de ideas futbolísticas. La Gimnástica de Torrelavega, un club histórico, recibió el sustento en el estadio Antonio Amilivia de un grupo de auténticos profesionales, que defendieron la camiseta de la entidad cántabra por encima de contraprestaciones contractuales. La ausencia de la pareja de ataque titular dejó al bloque de Carlos García Cantarero sin dos de sus piezas básicas. Tanto Rubén Suárez como Paulino se echaron en falta, pero no porque Abel y Perona no se empeñaran en el cometido ordenado por el entrenador culturalista, sino porque la capacidad de los primeros está más consolidada para el juego del resto del equipo. Ante la baja del delantero manchego, la Cultural optó por un juego más de toque en el centro del campo, pero sin más trascendencia que sacar un par de faltas al borde del área, que botadas por Ivo y Pepín no encontraron las redes de la portería de Aguirre. La acción más peligrosa de los leoneses se produjo cuando en un balón suelto en el área de los cántabros, éste quedó a los pies de Negral, que disparó con la pierna derecha a la cruceta de la meta forastera. La Gimnástica se defendió con orden, sin ningún resquebrajamiento entre sus líneas, ni tampoco entre los componentes de la retaguardia. Perona siempre estuvo maniatado en cada uno de sus movimientos. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos sólo un remate de cabeza desviado fue el bagaje del delantero culturalista. La Gimnástica, con un juego ordenado y replegado, se creció conforme se sucedieron los minutos de juego. Después de dos llegadas sin remate, sucedió lo peor para los locales. Un servicio al borde del área de David sobre Javi significó el gol visitante antes de llegar al descanso. La vaselina, junto con la media salida de Raúl Moreno, convirtió la grada del Amilivia en un manojo de nervios, trasladados incluso al palco, en el que a los dirigentes culturalistas se les puso cara de póker. El descanso sirvió para reordenar el bloque culturalista y también la ubicación de sus dirigentes en el palco del Amilivia. Todo el mundo se inquietó por el resultado y por la pobre imagen del conjunto leonés sobre el césped. El secretario técnico culturalista, Vicente González Villamil, se apresuró a situarse a pie de boca de vestuario, mientras la pareja del comité ejecutivo formada por Dionisio Elías y Carlos García se sentaron para debatir el juego del equipo en una esquina, aunque el vicepresidente salió del palco para templar nervios muy cerca del verde. Sobre el terreno, Cantarero trató de dinamizar el juego del bloque con la entrada de Fresnedoso y del canterano Diego Cascón. Los dos ejercieron de revulsivo, al igual que el canario Willy, en el campo desde los últimos compases de la primera mitad. Fresnedoso demostró que debería de gozar de más minutos. Primer remate y gol, con un giro de cuello perfecto, en el testarazo que se coló en la portería rival. La Cultural tentó la victoria, pero sobre el campo faltó Paulino. Perona lo tuvo en sus botas, pero no pudo con el peso de la tensión ni con el ambiente de la grada.