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Eduardo: «Agradezco la confianza que el club ha depositado en mí»

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a.f.r. | león
León

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El técnico asturiano Vicente González Villamil y el leonés Eduardo Álvarez, hasta ahora secretario técnico y entrenador del equipo de Tercera División, dirigirán hoy en las instalaciones del Área Deportiva de Puente Castro la doble sesión de entrenamiento (11,00 y 17.00 horas) de la primera plantilla de la Cultural y Deportiva Leonesa, tras la destitución de Carlos García Cantarero. González Villamil reconoció su extrañeza por la marcha del primer equipo «porque después de no haber empezado bien por diferentes problemas, el equipo se supo rehacer y tras un gran partido con empate ante el líder Zamora, de manera incomprensible llegaron los malos resultados y también el mal juego en muchos partidos, aunque no soy nuevo en esto. Los jugadores serán los principales artífices de que el equipo funcione y vaya hacia arriba». Eduardo Álvarez, por su parte, manifestó: «Creo que la situación todavía es reconducible, porque quedan por jugarse 15 partidos y estamos a cinco puntos del cuarto clasificado. Con 33 años es una gran oportunidad. Prometo dedicación y todos mis conocimientos para que el equipo ascienda puestos en la tabla. Agradezco la confianza que el club ha depositado en mí». Mensaje de Cantarero El técnico saliente, Carlos García Cantarero, tras notificarle el club la rescisión de su contrato, afirmó sentirse «mal, por ser una situación inesperada», ya que insistió en que la clasificación del equipo, noveno, «no es para que se hable de un momento crítico». García Cantarero repitió el mensaje habitual desde que se iniciara el campeonato de que el equipo estaba capacitado para cumplir el objetivo marcado del ascenso a Segunda División «y tan sólo se estaban cubriendo etapas para conseguirlo», por lo que reconoció que «si hubiera tenido que pelear por mantener el puesto quizá no hubiera hecho algunas cosas de las realizadas». Entre éstas citó el trabajo físico realizado en las últimas semanas, encaminado a dotar a la plantilla del necesario volumen de cara a los últimos meses de la temporada «para que el equipo llegara en las mejores condiciones a la fase decisiva», apuntó. Pese a reconocerse «tranquilo y satisfecho» por el trabajo realizado durante los más de seis meses al frente del equipo leonés, calificó de «tropezón» su destitución en la Cultural «después de haber asumido el riesgo de bajar de categoría para entrenar, lo que supone una preocupación de cara al futuro, porque puede perjudicarme. Sólo quedará que fuí cesado de un equipo de Segunda B».