FÚTBOL SALA
Un paseo triunfal de España le da su cuarta final europea
Rusia, que remontó dos veces, destronó a Italia y será su gran rival
Definitivamente, a la selección española de fútbol sala le salió de maravilla la jugada de dejarse llevar frente a Italia, a fin de medirse a Ucrania en semifinales y evitar a los rusos. En un partido mucho más cómodo de lo previsto, los de Javier Lozano aplastaron a los ucranianos y exhibieron una sobresaliente circulación de balón y juego en equipo. Así que, sin excesivo desgaste, accedieron a su cuarta final europea. Los españoles tuvieron la paciencia y solvencia necesarias para esperar su momento de romper el partido y no caer en la trampa de asumir riesgos innecesarios. Frente a un adversario cerradísimo, los campeones del mundo decidieron tocar con suma tranquilidad y no abrir su compacto sistema, conscientes de que tarde o temprano su indiscutible superioridad tendría reflejo en el luminoso. Producto del mejor juego y despliegue táctico llegó el primer tanto de los españoles. Dejaron salir a los ucranianos, abrirse, y el goleador Andreu resolvió a placer y por el centro un gran contragolpe, tras ser asistido por Cogorro con una pase fuerte y raso. Derribado el muro rival, España tenía más de medio partido ganado. Tras el descanso llegó el paseo triunfal de la selección, que no quiso confiarse por si un despiste aislado les dejaba fuera de la final y decidió forzar la sentencia. Cuando el duelo parecía desarrollarse con más incertidumbre, Kike recibió un balón al área de Daniel y golpeó para batir a Popov. Momentos después, un golpe de fortuna hizo que Serrejón se encontrara con un rechace del portero ucraniano que aprovechó para batirle. Si el 0-2 ya obligó a los ucranianos a adelantar al máximo líneas, el tercer tanto en contra propició la incorporación del portero jugador en sus filas. Pero ni por esas. La recta final se convirtió en un monólogo de España, que certificó su gran victoria con dos tantos más. Rusia, que derrotó a Italia por 4-2, espera en la final.