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La visita al Rey pone el broche de oro al mejor mundial de la historia

Don Juan Carlos muestra en la Zarzuela su lado más humano a los campeones en Túnez

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efe | madridg. f. | león

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La Casa Real también se sumó ayer a los homenajes a los campeones del Mundo en Túnez 2005. El Rey Juan Carlos recibió en el palacio de la Zarzuela a los medallas de oro -Juanín García y Raúl Entrerríos, entre ellos- para reconocer su gesta en tierras africanas. La plantilla del equipo nacional al completo recibió la felicitación del Rey, que fue quien solicitó recibir a los campeones, a los que ya dio la enhorabuena pocas horas después de haber conseguido el título por medio de un telegrama. Don Juan Carlos saludó uno por uno a los artífices del logro. Primero a Mateo Garralda, el capitán, y después a Juan Carlos Pastor, seleccionador. Luego fue dando la mano uno por uno a: Juancho Pérez, Alberto Entrerríos, David Davis, Raúl Entrerríos, Albert Rocas, José María Rodríguez, Rubén Garabaya, Fernando Hernández, Juan García, Jose Javier Hombrados, Rolando Uríos, Mariano Ortega, David Barrufet, Iker Romero y Demetrio Lozano, por ese orden, recibieron el saludo del monarca. Entre ellos también estuvieron el médico José María Calvillo, el delegado Félix Brocate, el fisioterapeuta Pablo César García, Jesús López Ricondo, candidato a la presidencia de la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM), y Augusto del Castillo y Jaime Conejero, actuales máximos responsables de junta gestora que rige la Federación hasta las elecciones que se celebrarán el próximo lunes día 28. Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, y Rafael Blanco, director general de deportes del Consejo Superior de Deportes (CSD), acompañaron en el acto a la expedición de balonmano. El único ausente en la recepción real en el palacio de La Zarzuela fue Alexandru Bulligan, ayudante técnico de Pastor y entrenador de los porteros, quien no pudo asistir por encontrarse ingresado en un hospital de Pamplona debido a una infección en la vesícula biliar. Después del saludo todos comparecieron en la escalinata principal del Palacio de la Zarzuela, donde se hizo la foto oficial con Mateo Garralda portando el trofeo de campeón, y seguidamente departieron durante unos minutos dentro de Palacio. Don Juan Carlos manifestó el especial interés que tenía por esta recepción y excusó la ausencia de la reina Sofía, quien se encuentra en Mauritania, de los Príncipes de Asturias, en Brasil, y de los Duques de Palma, con compromisos en Valencia y Sabadell en la jornada de ayer. Tras unas breves palabras del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, el rey intercambió impresiones sobre todo con Juan Carlos Pastor. Como suele ser habitual en estos casos, el monarca mostró su cara más humana con los campeones. Cuando las cámaras ya no estaban, Don Juan Carlos conversó con la campechanía que le caracteriza con los jugadores. Fue poco tiempo, apenas diez minutos, pero lo suficiente para que todos pudiesen comprobar el trato campechano del Rey en las distancias cortas. «Nos saludó a todos y estuvo charlando con nosotros de forma muy distendida, preguntándonos cosas del mundial. El Rey tuvo un comportamiento muy normal y fue como uno más con todo el equipo», manifestó Juanín García. «Nos dijo que estaba encantado de recibirnos y la Federación le entregó una réplica de la copa del mundo que conseguimos en Túnez», añadió el extremo leonés. Iker Romero, jugador del Barcelona y de la selección española de balonmano, señaló a Efe que la recepción del Rey Juan Carlos «ha sido el broche ideal por el título» de campeones del mundo que España consiguió el pasado día 6 en Túnez. «Esta ha sido la primera vez que he estado en La Zarzuela y ha sido increíble, una experiencia muy bonita», comentó Romero tras la audiencia real a la que acudió la plantilla al completo. Antes, toda la expedición de balonmano con Mateo Garralda sujetando el trofeo se fotografió con el Rey en la escalinata del Palacio. Romero anunció que colocará esta fotografía en el bar que tiene en Vitoria. Mariano Ortega, jugador del Ciudad Real y otro de los campeones del mundo en Túnez, destacó que fue «una acto muy emotivo, distendido y ameno», durante el que el Rey Don Juan Carlos reiteró a todo el equipo nacional su gran «alegría por el éxito obtenido».