El Acis Sufi se estrella contra las torres del Arranz y con más cosas

El equipo femenino leonés no tuvo ayer su mejor día. Tenía que medirse en la pista a un equipo con dos auténticas torres, pero sabía por donde iban sus opciones y las buscó desde el inicio. Pero anoche su conjuraron muchas cosas en la pista para impedir que el Acis Sufi sumase su tercer triunfo consecutivo que le habría catapultado a la zona tranquila de la clasificación. Sus tres refuerzos invernales -Lewis, Ardon y Van Malderen- no tuvieron su mejor día. En la pista convivían con la que nunca falla, Michelle Hendry, con una Jo Hill volviendo a sus mejores días y con una Mar Rovira que se cargó pronto de faltas. En el Arranz Acinas de Burgos unos refuerzos a golpe de talonario han traído a este equipo una Schumacher que conoce lo que es jugar un All Star de la WNBA, y parece que los árbitros también lo saben porque ayer se repitió la misma falta de respeto que en demasiadas ocasiones ha pasado una dura factura a un debutante de la Liga Femenina como el Acis Sufi. Durante toda la temporada ha sido el mensaje continuado, que no respeta ni se mide con el mismo rasero y ayer hubo un equipo que lanzó hasta 36 tiros libres y otro que sólo consiguió 8. Y eso se llega por un único cauce. Un equipo entra rápido en bonus en cada cuarto y el otro no. Fue un 26-17 en faltas, pero con una gran diferencia porque al Arranz Acinas sólo le llegaban en la recta final de cada cuarto. Y eso pasó anoche mucha factura mental al Acis Sufi, que no supo hacerse fuerte ante la adversidad y acabó entregando el partido en forma de balones auténticamente regalados para que el tanteador se disparase en bandejas fáciles del rival. Al final el Acis Sufi salvó el basketaverage, por poco, pero lo consiguió, y recuperó a Hill, la alero australiana que unió a su habitual lucha y entrega en defensa el acierto en ataque le estaba faltando. El partido comenzó ayer con igualdad aunque con una leve ventaja para el Acis Sufi. Su ataque era muy fluido y el rival aprovechaba su peso en la pintura para mantenerse a flote. Pero cuando el Arranz apretó en defensa poco a poco el equipo leonés fue a menos. En el segundo cuarto el mando ya fue para el Burgos y el Acis Sufi pasó por un bache de anotación que permitió al rival un parcial de 0-14. Poco a poco Estrada logró recomponer a su equipo para irse al vestuario ocho abajo. Y en el tercer cuarto llegó la debacle. El Arranz Acis era cada vez más duro atrás aprovechando la permisividad de la que disponía y el Acis Sufi falló hasta cinco ataques consecutivos, todos ellos por decisiones directas de los árbitros. Pero el equipo apretó los dientes y consiguió llegar a ponerse arriba (41-39) hasta que comenzó una racha de pérdidas de balón que volvió a disparar al rival. El último cuarto ya sólo sirvió para que el Arranz disparase su tanteador porque se había crecido en la pista y alguna ayudita más que sonrojante terminó por hundir al Acis Sufi, que peleó el basketaverage hasta el final.