El Barcelona se deja dos puntos en la pista de hielo del Numancia

El Barça tropezó ante el colista de la Liga en un mal partido que estuvo marcado por el pésimo estado del terreno del Nuevo Los Pajaritos. Márquez, al inicio de la segunda mitad, consiguió nivelar el tanto del Numancia marcado por Juanlu en el último instante de la primera parte. Los rivales del Barça ya no se exprimen el cerebro. Ya nadie busca a los azulgrana en campo contrario. Y menos aún si el césped se ha convertido en una pista de patinaje totalmente helada. Un panorama que debía beneficiar hipotéticamente al Numancia. Con el once de gala sobre el césped, el Barça quiso reiterar su pasión por un estilo de juego que tan buenos resultados le está dando. Craso error. El Numancia le cedía el esférico esperando cualquier acción aislada para intentar batir a Valdés. Los azulgrana recogían el testigo pero sin crear peligro. Sus combinaciones eran una utopía. El Barça dejaba pasar los minutos sin variar su sistema aunque con Belletti en el campo por un contusionado Belletti. Dos disparos de Eto'o era el pobre bagaje de una primera mitad que acabó con sorpresa. Un saque de banda local desviado por Oleguer lo agarró Juanlu para marcarse una tijereta de calidad superando la marca de Albertini y beneficiándose de la falta de reflejos de Valdés. Si el Numancia dio el golpe antes del descanso, el Barça se lo devolvió justo a la vuelta del descanso. Córner botado por Xavi y Márquez se anticipa a sus marcadores con un suave toque con su bota derecha que se cuela en la meta de Juanma. El empate devolvía el partido a los mismos derroteros. El Barça llevaba el control y el Numancia intentaba aprovechar sus opciones a balón parado. Todo ello en un pésimo espectáculo marcado tristemente por el mal estado del terreno de juego. Pese a ello, el Barça seguía a lo suyo intentado tocar y tocar. Ya con Iniesta en el campo, los disparos del de Fuentealbilla y de Márquez evidenciaban la leve mejoría azulgrana no exenta de algunos disgustos como en una mala salida de Valdés que Puyol salvó bajo palos. Era la hora de Maxi López. Rijkaard tiraba del argentino soñando que imitara su actuación ante el Chelsea. Una apuesta de emergencia que esta vez no resultó en un tramo final que fue languideciendo entre las constantes pérdidas de tiempo de los sorianos.