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La única esperanza blanca

La española ha sobrevivido 16 años al dominio de las austriacas

Publicado por
Daniel Roldán - madrid
León

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Que miles y miles de personas llenen las decenas de pistas los fines de semana invernales para esquiar en España parece normal. Las estaciones se reparten por toda la geografía, con más o menos calidad. Que sólo haya dos esquiadoras en el equipo nacional, no es normal. Una es Carolina Ruiz. La otra, María José Rienda, la única española que ha sobrevivido durante 16 años a la dura exigencia de un deporte dominado por austriacas, italianas, suizas y nórdicas. Y al barco a la deriva que era la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI). Ahora, la única esperanza blanca sonríe, como lo hacía de pequeña cuando en Sierra Nevada observaba a los amantes del esquí bajar por las pistas. Sus padres, porteros de un bloque de apartamentos en la estación granadina, satisficieron los deseos de su pequeña María José (Granada, 12-6-1975) y la inscribieron en las escuelas municipales para que practicara el esquí. En 1985 debutaba en una competición y 10 años más tarde lograba sus primeros puntos en la Copa del Mundo. Fue en la estación austriaca de Haus im Ennstal. Rienda terminó vigésima, mientras comenzaba a acaparar títulos nacionales. Pero sus logros en la alta competición nacional no eran suficientes. Su poder era absoluto y los trofeos caseros se quedaban cortos. Quería dar un salto de calidad a la Copa del Mundo, pero la situación de la FEDI -sin infraestructuras ni dinero- no permitía dar ese paso fundamental para la carrera de un deportista. Así, Rienda deambuló por las pistas, «currándomelo yo misma», como reconocía al comienzo de la temporada. Su primer podio lo consiguió la campaña pasada, después de 15 años intentando despuntar en tan reñido mundo. Lo hizo en Maribor (Eslovenia) en gigante, su prueba favorita. Repitió puesto en Soelden (Austria), aunque su gran logro llegó al acabar la temporada. El 22 de febrero de 2004 subió hasta la segunda posición en Are (Suecia). El ciclón Rienda llegaba. La granadina pasa más de nueve meses fuera de casa, acompañada por su entrenador (Mauro Pini) y su fisioterapeuta. Además, comenzó a trabajar hace dos años con un psicólogo, que ha conseguido fortalecer mentalmente a Rienda para que confíe en sus verdaderas posibilidades.

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