La FIA aclara el reglamento de cara al Premio de Malasia
El Mundial afronta su segunda prueba con una meteorología que afectará a coches y neumáticos
El Mundial de Fórmula 1 afronta su segunda prueba en unas condiciones muy diferentes a las vividas en Melbourne, donde se inició la temporada. En la localidad malaya de Sepang los termómetros rondan los 35 grados a la sombra, con una humedad del 90%. Estas condiciones van a someter a los pilotos, a los motores -que ya disputaron la carrera de Australia- y sobre todo a los neumáticos, a un esfuerzo del que se desconoce aun el desenlace. La nueva normativa, si bien no ha logrado reducir la velocidad de los coches, ha añadido un grado de incertidumbre que durará al menos media temporada, hasta que se vea realmente quienes cuentan con un coche fiable y con unos neumáticos eficaces y sobre todo duraderos. La pista de Malasia es bastante lisa, pero fatiga mucho las ruedas y en las curvas donde se exige mucha tracción los coches que más hagan sufrir a éstas serán claramente penalizados, sobre todo al final de la carrera, cuando las mecánicas lleguen con el último aliento y las ruedas prácticamente en las lonas. Además, el nuevo reglamento de la FIA dice que el piloto que no acabe la carrera puede cambiar el motor para la siguiente. Esta norma estaba pensada para posibles roturas o problemas mecánicos. Sin embargo, en Australia los dos pilotos de BAR, cuando vieron que no iban a entrar en los puntos, en la última vuelta entraron en boxes para poder utilizar un motor fresco en Malasia. La FIA reaccionó ante esta estratagema, y anunció en Malasia que pedirá al equipo de cada piloto que abandone dé una explicación. Es decir que todo se queda como estaba, ya que los equipos podrán utilizar los argumentos que deseen para explicar un abandono premeditado. Una caída de presión de aceite, (que puede ser provocada) o la rotura del motor voluntaria si es necesario, quitando el piloto el limitador de revoluciones y acelerando sin piedad. Alonso tras responder a unas preguntas, se montó en la parte posterior derecha del Renault Grand Scenic y se perdió en el tráfico de Kuala Lumpur con destino al oasis del hotel Pan Pacific, situado junto al aeropuerto y a cinco minutos del circuito. Por la mañana Fernando había estado corriendo por los alrededores del hotel, en compañía de Fisichella, para terminar su aclimatación a los 36 grados de temperatura y el 80% de humedad, que le hará perder en carrera unos cinco kilos, especialmente líquidos, para lo cual antes de iniciarse la prueba habrá bebido una cantidad semejante.