Metlicic da el triunfo en el último minuto a un Ademar que se confió (34-32)
Una pésima primera parte obligó al equipo a un sobreesfuerzo en la segunda para remontar Dos no discuten, si uno no quiere Juanín, J
El exceso de confianza se paga y el Ademar lo pudo comprobar ayer en sus carnes en el partido que le enfrentó al Arrate. Una mala salida con un 0-3 de parcial en los primeros cinco minutos y una floja primera parte en general con una defensa que permitió lanzamientos bastante cómodos al conjunto eibarrés, una portería que no tuvo su noche con Erevik de salida y luego Jorge, y un ataque bastante atascado, lastraron durante prácticamente todo el encuentro al equipo de Cadenas. Y ya se sabe, cuando hay que remar a contracorriente y las cosas se tuercen vienen los nervios. En ese primer tiempo, los leoneses estuvieron más de cinco minutos sin hacer un gol en la portería de Malumbres y llegaron a perder por seis goles de diferencia. Mucha ventaja para cualquier equipo rival, aunque como el Arrate ocupe el noveno puesto en la clasificación y esté -teóricamente- varios escalones por debajo del Ademar. El ex-marista Kraljic, Carou, el ruso Kobine y Cutura, cosieron en los primeros treinta minutos la portería leonesa con quince goles. En defensa, los bloqueos eran prácticamente inexistentes y sus disparos terminaban en la red casi siempre. Pintaban mal las cosas. Además, el equipo de Cadenas tuvo ayer dos bajas importantes: una real, la de Colón, que estará dos semanas en el dique seco para recuperarse de sus problemas de tobillo y otra la de Kjelling, a quien el técnico sentó en el minuto 18 de la primera parte y ya no lo volvió a sacar más. Y es que hasta ese minuto, el lateral noruego no llevaba un sólo gol en su casillero y no había encarado la portería vascani en una sóla ocasión. A Manolo Cadenas, no debió gustarle su actitud y lo sentó en el banquillo el resto del partido. Vatne, inusual en estas facetas, llegó a ocupar su puesto en ataque. En el minuto 22, el Ademar pierde 8-13. Cadenas pide tiempo muerto, retira a Erevik de la portería por Jorge y da entrada a Curuvija, Varía la defensa, con un Roberto jugando de adelantado para evitar las penetraciones de los tiradores. El equipo vive unos minutos de mejoría y de la mano de Petar Metlicic, recorta diferencias hasta acabar esa primera mitad con un resultado que nadie esperaba: 14-17. Tocaba resolver en la segunda parte. El equipo lo sabía y se metió a la faena. En el minuto diez, tras un parcial de 4-0 el Ademar se ponía por primera vez por delante: 21-20 y todavía un mundo por jugarse. Y en esos treinta minutos despuntaron principalmente tres jugadores: Perales y Entrerríos que terminaron firmando un partido muy completo (cinco y seis goles respectivamente) y Petar Metlicic. El lateral croata cerró la primera parte con un gol en el último segundo y puso el broche a la segunda con otro tanto a falta de segundos que aseguraba la victoria leonesa. Sólo los buenos sacan el brazo cuando el balón quema y Metlicic lo hizo y con acierto. Y es que en la segunda el Arrate -gracias a Kobine y Cutura- se empeñó en no dejar que el Ademar se despegase y lo consiguió. A falta de un minuto, los leoneses ganan de uno: 33-32 y el balón está en manos de los vascos. Fallan en su ataque y en la réplica, el brazo izquierdo de Metlicic, el que tiene guardadas gotas de magia, restalla como un látigo y llega el gol de la tranquilidad. El pabellón explotó y lo celebró con un alarido general. Ufff...