El Promesas se atasca ante el Real Ávila pero se mantiene como líder (2-0)
El equipo berciano fue superado claramente por su rival que todavía pudo hacer más goles
El Promesas Ponferrada mantiene el liderato del grupo a pesar de su derrota de ayer en Ávila, donde dejó una pobre imagen, especialmente en los primeros 45 minutos, en lo que fue claramente superado por el conjunto local. El intento de reacción visitante en la segunda mitad no supuso ningún peligro para la portería abulense, que incluso pudo aumentar la diferencia en el marcador de haber aprovechado alguno de los contragolpes de que dispuso. Comenzó el encuentro con un Promesas muy especulativo, esperando atrás al Ávila y manteniendo dos férreas líneas defensivas, la primera junto al área de penalti y la segunda junto al centro del campo. El conjunto local comenzó a trenzar jugadas en ataque, abriendo balones a las bandas e intentando superar a una defensa que estuvo muy desacertada. Buena prueba de los errores defensivos pudo verse en el primer gol local, cuando un remate de cabeza de Barrera, uno de los jugadores más bajos sobre el terreno de juego, rebotó en un defensa visitante y acabó entrando en la portería. Llegaron tras el gol abulense los mejores minutos locales frente a un Promesas que no era capaz de trenzar ninguna jugada y se veía superado por el Ávila, que pudo ampliar el marcador en el minuto 22, cuando un pase de la muerte de Dani lo estrelló Gustavo contra el portero. Sería de nuevo este mismo jugador el que, a la salida de un corner, picaría demasiado el esférico perdiéndose por encima de la portería visitante en el minuto 26. La siguiente ocasión de los locales llegaría ya en el 34 y supondría el 2-0. Lo lograban gracias a un rápido contragolpe muy bien llevado por Joaquín que, dentro del área, cedía atrás para que de nuevo Barrera, libre de marca, anotara el 2-0 que a la postre sería definitivo. Los últimos minutos de la primera mitad siguieron manteniendo la misma tónica, con un Promesas que no era capaz de crear peligro. Manolo Tomé intentó conseguir mayor poder ofensivo en su equipo con la entrada de Ion García y Davinchi al inicio de la segunda mitad. Con 10 sobre el terreno de juego y dos goles en contra, el Promesa intentó presionar a un Ávila que estuvo muy serio atrás y que incluso hubiera podido aumentar la diferencia en el marcador si Barrera, en dos oportunidades, no se hubiera empachado de balón.