SABOR BLAUGRANA
Una prudencia delatora
LA PRUDENCIA con la que los jugadores y el cuerpo técnico barcelonista manejan la posibilidad de conseguir el campeonato les delata y es que el equipo azulgrana, que no gana la liga desde la campaña 1998-99, dispone de una sustancial ventaja a nueve partidos para que suene la campana final. En público ni jugadores ni técnicos lo admiten y la directiva se molesta cuando se les inquiere sobre las posibles celebraciones, después de que un medio publicara que se estaba negociando con Carlinhos Brown como maestro de ceremonias para una gran fiesta-samba en el Camp Nou con vistas a las celebraciones. La ventaja del Barcelona es importante, prácticamente definitiva. Dispone de 14 puntos de ventaja, la mayor de toda la temporada, y su moral está reforzada después de ganar en Riazor, feudo del todopoderoso-en-otro-tiempo Deportivo, a pesar de jugar durante muchos minutos con 10 jugadores. Jugadores y técnicos sonríen cuando se les pregunta si se sienten campeones. Apelan al respeto al rival, a las matemáticas, a que quedan muchos partidos y hablan de que todavía tienen que visitar el Bernabeu, pero el equipo se siente seguro. Tanto como Víctor Valdés, el meta barcelonista que encabeza la clasificación de metas menos goleados del campeonato. El portero (23 años, 1,88 metros) es el paradigma de buen momento por el que atraviesa el Barcelona. En Riazor cumplió 406 minutos sin encajar un sólo gol y batió su récord el día que además celebraba su partido número cien como azulgrana. Víctor, promocionado en la portería por Louis van Gaal, con quien después tuvo notables diferencias, ha acabado dieciséis partidos en blanco, todo un récord para un equipo que no se encontraba a gusto defendiendo. Valdés ha encajado 17 goles en 28 partidos (0,6 por encuentro) y está en disposición de convertirse en el sucesor natural de Andoni Zubizarreta en la iconografía culé. Con su camiseta negra, a lo 'Yashin', Víctor debutó en la temporada 2002-03 (contra el Atlético de Madrid) y desde entonces se ha ido consolidando después de compartir con Bonano sus primeros días en la portería. El meta barcelonista fue decisivo en la victoria lograda ante el Deportivo. Su aportación fue sobresaliente y Rijkaard ya puede presumir de haber encontrado a un portero con garantías, el sustituto natural de Zubi, algo que el Barcelona perseguía desde hace años.