Diario de León

Un Algeciras en estado de gracia se va a los 105 puntos sobre León

Guillén y Bulfoni dieron un recital ante un equipo que jugó su partido pero no supo pararlos

Higgins sumó diez puntos y nueve rebotes en un partido en el que León no pudo ganar la pintura

Higgins sumó diez puntos y nueve rebotes en un partido en el que León no pudo ganar la pintura

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Alejandro Calderón - algeciras
León

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León buscaba la quinta victoria consecutiva en Algeciras después de su triunfo de prestigio ante el Fuenlabrada pero anoche se encontró a un Algeciras en estado de gracia, al que le salió todo y buena prueba de ello son los 105 puntos con los que acabó los cuarenta minutos reglamentarios. El partido comenzó con un ritmo frenético y con intercambio de canastas. Los locales salieron sin miedo, motivados para plantar cara a los leoneses y hacer valer la calidad de su cinco inicial. Pero pese a su intimidatoria y osada apuesta, León no se dejó arrinconar y mantuvo su tono habitual, incluso con cierta suficiencia. Lo que no contaba Jareño era con que el Algeciras recuperara su instinto ofensivo, lo que pese a la buena defensa de los leoneses, complicó su devenir en el encuentro. Y es que el Algeciras tuvo un inhabitual acierto desde los tres puntos, con cinco canastas en el primer cuarto que inhabilitaron el buen partido de los leoneses, que durante este primer cuarto tuvieron que ir por debajo en el marcador. Jeffers, que superaba siempre a la defensa local, era el referente de los leoneses, pero el norteamericano necesitaba que su juego fuera refrendado por una mayor consistencia del equipo. Mientras Barnes sacaba brillo a todas sus acciones, el resto del grupo se ajustaba al guión, pero sin tanto lustre. El equipo local, no obstante, tuvo que apretar en defensa para frenar a León y eso le permitió llegar con ventaja al final del primer cuarto. Un triple de Bulfoni le ponía con siete puntos, pero Panadero replicó a solo dos segundos para el final con otro triple evitando una desventaja que hubiera sido más contundente. Arrancó León con dos canastas consecutivas y empató el partido al inicio del segundo cuarto, en el que demostró tener más empaque que su rival. En estos primeros minutos hubo desconcierto en el equipo algecireño y el equipo de Jareño tomó la iniciativa con decisión, pero sin el aplomo suficiente como para dejar herido a un rival que, a base de individualidades, logró rearmarse. El choque no perdió un ápice la intensidad y lejos de que esta propiciara errores, fomentó un elevado acierto anotador en ambos conjuntos, que encontraron aro con relativa facilidad. Bulfoni y Guillén eran los pilares del Algeciras y quienes asumían responsabilidades. El canario ex de León Guillén justificó su condición de estrella de la categoría y salió vencedor en su emparejamiento con Barnes. Bulfoni, por su parte, fue siempre una amenaza desde la línea exterior. León se sustentaba en su mayor profundidad de banquillo y en la confianza de sus jugadores en lo que estaban haciendo. No hacían un baloncesto deslumbrante, pero les bastaba con mantener la concentración. A tres minutos del final y con la igualdad en lo más alto, un dos más uno de Juanma Ruiz dio ventaja a los andaluces y nada más sacar León hubo falta sobre Mesa que otorgó tres puntos de ventaja a los de casa (42-39). El tercer cuarto mantuvo también un ritmo alto, con los dos equipos más volcados en ataque que en defensa. El gran trabajo ofensivo local, buscando buenas posiciones para los lanzamientos de tres, le mantuvo arriba. El Algeciras se puso a siete al final de este tercer cuarto en la que sería su máxima ventaja (70-63), aprovechando su estado de gracia desde la línea de tres puntos que le llevó a firmar una estadística impecable (11 de 18). Ante ese acierto, León no tuvo suficientes argumentos. Sin poder replicar desde los tres puntos, ofreció un estimable acierto en lanzamientos de campo, pero insuficiente para contrarrestar el festival de los locales. Ni siquiera el excelente partido de Higgins, a un solo rebote de hacer dobles figuras, fue suficiente para imponerse en la pintura. En el último cuarto León arriesgó al máximo para buscar la remontada y se fue a un cara o cruz que le salió mal, lo que facilitó que un Algeciras muy cómodo sobre la cancha, pudiese ofrecer todo su repertorio. Liderado por Stacey y Bulfoni, los algecireños completaron una exhibición. Los de Hussein, brindaron un nivel físico sobresaliente y unido al acierto, sacaron del partido a un León anonadado y que acusaba el lógico desgaste y la ausencia de Jeffers.

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