España firma un empate que ni complica ni resuelve el futuro (0-0)
Raúl quedó en el banquillo toda la primera parte en una selección carente de peligro real «Sólo nos faltó machacarlos» Bélgica afirm
Todos contentos aunque inquietos. La renovada España de Luis dejó buenas sensaciones en el «Pequeño Maracaná» y arañó un empate en un choque muy táctico en el que al final los contendientes se conformaron descaradamente con el cerocerismo. A los limitados pero competitivos serbios porque les sirve para seguir líderes con dos puntos de ventaja y a los españoles porque aún dependen de sí mismos aunque sin permitirse el más mínimo error. Luis no fue de farol y apostó a la grande en su primera gran comparecencia como seleccionador. Se la jugó en Belgrado con un equipo inédito, repleto de jóvenes pero sobradamente preparados, con hambre de gloria y desparpajo. Su equipo se sobrepuso en toda la segunda mitad a la lesión de Puyol y además Luis regaló el estreno a Antonio López en otra evidencia del cambio. Según lo anunciado, prescindió de salida del capitán Raúl, una decisión de enorme riesgo en España por todo lo que supone, más en lo mediático que en lo deportivo. Al madridista, que se perdió el choque del pasado Mundial ante Corea por lesión, no le ocurría algo así desde Francia 98, cuando Clemente le relegó ante Bulgaria. Le brindó el de Hortaleza la segunda parte y el madridista respondió con esfuerzo y una pase magnífico que Torres envió a las nubes de Belgrado. Ante una Serbia muy menor, eso es innegable, y con algo más que respeto a España, la puesta en escena de la selección fue atractiva, en plan equipo bien trabajado y ordenado táctica y físicamente, y sin arrugarse por la intimidación del rival y del ambiente. Le faltó punch , más compañía para un Torres que se fajó ante los tres duros centrales serbios, pero se encontró muy desasistido. No halló la deseada conexión con De la Peña, esta vez más trabajador que brillante, ni con los extremos. Reyes y sobre todo Joaquín, si bien del bético nació la mejor ocasión hispana hasta el descanso, debieron buscar más el desborde, la ruptura en el uno contra uno. Tampoco fue el de otras veces Xavi, ahogado por los serbios. Líneas juntas España jugó muy seria pero siempre mirando más a su portería que a la de Jevric, el desconocido guardameta del Ankaraspor turco. Casillas se vio perfectamente flanqueado por unos zagueros que, salvo Puyol, hasta hace poco competían con la sub 21. Excepto algún cortocircuito de Asier Del Horno y desajustes muy aislados, actuaron como expertos. Presionaron, tiraron la línea hasta el centro del campo y agradecieron la colaboración de Albelda. Sobresaliente Pablo por arriba y estupendo y osado el chaval Ramos, que precisamente este miércoles cumplió 19 años, en el lateral diestro. Dice mucho en su favor que, en todo el primer tiempo, Serbia sólo inquietase en un cabezazo del central Krstajic, en una acción de estrategia, y en un disparo a la media vuelta de Djordjevic. Casillas no tuvo que intervenir. El despejado panorama se oscureció en la segunda mitad, en gran parte por la lesión de Puyol justo antes del descanso. Fue sustituido por Juanito al tiempo que Luis tomó otra decisión valiente. Dio entrada a Raúl pero no por Torres sino por Lo Pelat . España jugaba ahora con dos puntas. Kezman, al palo El panorama pintó mal cuando, en uno de esos desajustes atrás, Kezman se plantó cerca de Iker. Menos mal que el del Chelsea se estrelló ante la madera cuando el gol se cantaba. España respondió con otra gran ocasión, en un balón parado, pero Juanito se asustó al ver toda la portería por delante. En una decisión sorprendente, Luis retiró a un agotado Reyes y puso en el tapete a Antonio López, un debutante. Tres del Pupas en un duelo de altos vuelos, algo que no se recordaba desde tiempos pretéritos. A la osadía de Aragonés le faltó el premio del gol, quizá ese que falló Torres y que acabó con Raúl tirándose por los suelos.