Panadero teme la calidad de un Cáceres que ganó al líder

El alero de Baloncesto León, José María Panadero, desconfía de la presunta superioridad de su equipo de cara al partido que disputará mañana ante el Cáceres 2016, a pesar de la diferencia de puntos en la clasificación, con siete victorias de ventaja para los leoneses, cuando además los de Ángel Jareño vencieron a los extremeños en su pista en el partido disputado en la primera vuelta. «Las distancias en esta liga LEB tan igualada son engañosas y de hecho se está comprobando en cada jornada». De hecho, para Panadero, el Cáceres, equipo al que perteneció, es un rival del que desconfiar, viendo sus resultados a lo largo de la temporada: «El Cáceres ya ha demostrado sus posibilidades de complicarle la vida a cualquier rival venciendo a domicilio en la pista del líder, Fuenlabrada, hace tan sólo unas jornadas», señaló Panadero. El alero extremeño que, al igual que algunos de sus compañeros en el Baloncesto León -como Pedro Rivero, Dani García o Mike Higgins-, llegó también a vestir la camiseta del Cáceres, ve al conjunto de Ñete Bohígas como un bloque «muy competitivo pese a las dificultades presupuestarias y que saben cómo jugar y explotar sus bazas en cada momento». Entre la plantilla cacereña destacó a la pareja de bases Dani López y Nando Vicario, junto al pívot ex-ACB Ramón Moya o una de las sensaciones extranjeras de la categoría y uno de los más valorados a nivel colectivo, el pívot estadounidense Asselin, que dada su envergadura puede marcar diferencias en la zona. Mucho que ganar Además, el alero del Baloncesto León recuerda lo mucho que se juega el equipo extremeño en este partido, destacando «lo mucho que puede ganar el Cáceres, porque una victoria les acercaría al sueño de los play-off y lo poco que tiene que perder, porque el objetivo era la permanencia», lo que les confiere un carácter, según el alero, «mucho más peligroso». Por todo ello, José María Panadero espera que su equipo salte a la cancha del Palacio de Deportes leonés mañana «con el máximo respeto y concentración, sin pensar en que puede ser un trámite para evitar una sorpresa desagradable, porque el mayor enemigo puede ser la relajación y un ambiente frío», dijo. Sobre su irregularidad a lo largo del campeonato -a pesar de tener que superar una lesión que le alejó más de dos meses de la competición-, el jugador reconoce que «los tiradores somos propensos a comernos la cabeza cuando el balón no entra pero con una actuación convincente en Algeciras me volví a sentir importante en la labor anotadora», concluyó.