La temporada truchera se abre con ríos altos y aguas frías
Cuarenta mil pescadores leoneses se preparan para volver al río el próximo domingo
Una hora antes de la salida del sol del próximo domingo, día tres de abril, comienza la temporada truchera en León. La mayoría de los cuarenta mil pescadores leoneses, junto con los forasteros habituales en estas primeras jornadas, se preparan para volver al río tras el largo paréntesis que supone la veda. La temporada que ahora se abre se presenta plagada de incógnitas que los pescadores irán desvelando a lo largo de los próximos meses, hasta el 31 de julio con carácter general y el treinta y uno de agosto en las aguas reguladas. A lo largo del invierno los ríos han discurrido muy cortos de caudal por la escasez de precipitaciones. El incremento de las temperaturas de mediados de marzo, unido a las lluvias que, aunque escasas, han contribuido al deshilo de la abundante nieve acumulada en las montañas, han incrementado los caudales de forma notable, lo que, a corto plazo, perjudicará la pesca con señuelos artificiales. Otro problema en esta primera jornada será la acumulación de pescadores en los tramos libres, que pondrá en fuga a unas «pintonas» acostumbradas al sosiego de la época de veda. Encontrar truchas en actividad será, ciertamente, muy difícil. Las previsiones en estos comienzos de temporada siempre son optimistas, luego el tiempo se encarga de poner las cosas en su sitio. Es cierto que a lo largo del invierno se vieron bastantes truchas en la mayoría de los ríos, incluso hubo frezas espectaculares en los sitios de siempre, pero también hay que pensar que la escasez de caudal y la transparencia de las aguas facilita la observación que, de discurrir los ríos con sus caudales habituales para la época del año hubiese sido más difícil. También hay que pensar que los aficionados acuden a los lugares tradicionales, puentes, tabladas y raseras donde se ponen las truchas. De esta forma se pueden sacar conclusiones equivocadas. Cebo natural Aunque esta modalidad se practica cada vez menos no cabe duda de que, a principio de temporada y tal como bajan los ríos será el arte más eficaz. Tanto el cebo de río, gusarapa gusarapín y marabayo, como la lombriz, pueden dar muy buenos resultados lo mismo en las corrientes a la entrada de pozos y tablas que en los remansos si las aguas bajan altas y algo turbias. En todo caso y como importante novedad los pescadores de lombriz deben saber que este año hay una normativa especial con respecto al tamaño del anzuelo. En efecto, de la punta al asta debe tener mas de nueve milímetros y la longitud total debe superar los veinticinco. El uso de anzuelos mas grandes se impone para evitar que la trucha pequeña lo tragu e con facilidad y se la dañe irreversiblemente al desanzuelarla antes de ponerla en libertad. Los señuelos artificiales constituyen la forma más habitual de practicar la pesca. La cucharilla, que va perdiendo adeptos, puede dar buenas capturas, pero el estado de los ríos no es el mas adecuado para este arte. A principio de temporada es conveniente trabajarla muy bien, próxima al fondo, y despacio, pues la trucha no la tomará si ha de realizar un esfuerzo al desplazarse. La mosca ahogada suele ser más efectiva pero el inconveniente es que, en esta época, las eclosiones son cortas y los periodos de actividad, caso de cebarse, también lo son. Será preciso estar muy atento y aprovechar la media hora que puede durar la eclosión, aunque antes y después también pueden picar. Lo mismo sucede con la mosca seca, pero el pescador de «látigo» tiene la posibilidad de pescar a ninfa, arte que los pescadores de lance tienen prohibido y que, sin duda, es el mas eficaz de todos. Lucios y ciprínidos Otra alternativa muy a tener en cuenta es la posibilidad de dedicarse a la pesca del lucio o de los ciprínidos, barbos y carpas especialmente, ya que las tencas apenas tienen actividad todavía. Los grandes lucios están muy activos en estas fechas, pues han finalizado el desove y necesitan alimentarse para reponer la grasa perdida. Los barbos acostumbran a concentrarse en esta época en las zonas profundas pero a veces se descuelgan a las raseras. En estas circunstancias suele dar muy buenos resultados el cebo corrido, tanto el gusarapín como la lombriz. Las carpas tienen su principal habitat en los embalses, especialmente el de Bárcena próximo a Ponferrada. Los pescadores de carpas pueden capturar hasta dos docenas y una docena de barbos. Si algún pecador afortunado captura una anguila de río debe saber que la talla mínima es de 30 cms y el cupo de tres.