Para Castresana, ante el Ljbuski necesitan«orgullo y mala leche»

El jugador del Ademar, Héctor Castresana, confía en que su equipo muestre una imagen más diferente a la de la liga, en el encuentro de ida de las semifinales de la Recopa de Europa ante el Izvidak Ljbuski bosnio, ofreciendo «orgullo y mala leche». El pivote leonés cree que el conjunto ademarista tiene que ser consciente de la trascendencia del choque, pese a la desilusión por perder todas las opciones al título de liga, tras ceder tres de los últimos cuatro puntos en juego ante el Balonmano Valladolid y Teka Cantabria. «Tenemos que exigirnos, pero no sólo en el vestuario, sino también sacarlo a la cancha. Necesitamos una solución colectiva, saliendo con ganas, casi a muerte y a morder, desde el primer momento», señaló el jugador. Castresana, uno de los jugadores que más ha destacado en los últimos encuentros, en los que el rendimiento del equipo de Manolo Cadenas ha bajado, echa en falta «chispa y alegría, que impiden saber apuntillar al rival cuando hay ocasión para ello, o remontar situaciones adversas». Castresana cifró de «unos diez goles», la diferencia que considera suficiente para afrontar con garantías de clasificación el partido de vuelta, en las semifinales de la Recopa en pista bosnia, «aunque seis o siete también podrían ser suficientes», a pesar de que el equipo sea capaz de lo mejor y lo peor». Esa irregularidad puede ser uno de los condicionantes más peligrosos con los que afronte el Ademar el penúltimo paso europeo, dado que por vez primera en la Recopa tendrá que disputar el encuentro de vuelta en terreno contrario.