17 horas de viaje para una final
Ademar partió de madrugada hacia Bosnia para ganarse el billete para conquistar la Recopa
A una hora poco habitual: la una y cuarto de la madrugada de hoy jueves, el Ademar emprendió un maratoniano viaje de 17 horas para intentar ganarse en la localidad bosnia de Ljubuski el billete que le dará derecho a disputar la final de la Recopa de Europa. León-Madrid-Viena-Sarajevo-Ljubuski es la ruta diseñada en esta ocasión para el equipo leonés. Allí, en el sur de Bosnia, en una zona de influencia netamente croata, les espera el Izvidac Ljubuski. Un correoso conjunto al que el Ademar venció el pasado fin de semana en el Palacio de Deportes por 37-30. Una renta de siete goles de la que nadie en la expedición ademarista quiere echar mano. La consigna es salir a ganar y olvidarse de este «colchón» para evitar cualquier tipo de relajación. «Creo que todos tenemos claro que esta es una eliminatoria que se juega a dos partidos y no podemos ir a Bosnia pensando que ya lo tenemos casi hecho, eso sería un gran error. Lo que tenemos que hacer es salir fuertes y con intensidad desde el primer momento», manifestó el entrenador del Ademar, Manolo Cadenas. El extremo leonés Juanín García apuntaba días atrás que, a su juicio, una de las claves del partido estará en el primer cuarto del encuentro. Si en esos primeros quince minutos los bosnios no se escapan en el marcador, el Ademar tendrá muchas opciones de traerse a casa la eliminatoria. Cadenas no termina de verlo tan claro pero también subraya que una buena salida -algo que el equipo no ha hecho en partidos recientes- permitirá jugar con más soltura. «Si ellos no dominan el partido y conseguimos hacer un primer tiempo en condiciones de igualdad, está claro que serán cuestiones importantes». En Bosnia, el Ademar se encontrará enfrente a un equipo peleón que jugará fuerte y sin una excesiva presión, dado que en esta eliminatoria la condición de favorito es para el Ademar. Su gran estrella es el lateral croata Terzic, que en León demostró su condición de gran «artillero» a pesar de que despertó tarde. Pero cuando lo hizo firmó siete goles incluidos todos los penaltis que lanzó a Jorge y a Erevik. En ese partido, le acompañaron como goleadores Pavlovic con cinco y Cavar también con cinco. Buntic, el otro estilete del equipo no tuvo una noche especialmente brillante. La cancha bosnia con capacidad para unos 2.500 espectadores no será la típica caldera a presión. Son ruidosos pero no «infernales» como los fans del Celje Pivovarna. Además, habrá una amplia representación española -y particularmente leonesa- porque el contingente militar español en Mostar ya ha anunciado que estará allí para apoyar al Ademar. Otro aspecto que gusta es el hecho de que los árbitros sean portugueses. Los jugadores prefieren jueces latinos a árbitros procedentes del Este de Europa. Todo listo en definitiva para el sábado conseguir el billete a la Recopa.