Mal comienzo de la temporada con unas truchas muy inactivas
Los ríos altos y embarrados no permitieron la pesca ni siquiera utilizando cebo natural
La temporada de pesca que se inició el pasado domingo, día 3 de abril, está dando pocas satisfacciones a unos aficionados que apenas han podido pescar a causa del mal estado de los ríos. La jornada de apertura, -si se hace la excepción de los ríos de la comarca del Bierzo, donde se pescó regular-, puede calificarse perfectamente de pésima. Los ríos altos y embarrados no permitieron ni siquiera la pesca con cebo natural. En estas condiciones las truchas permanecen totalmente inactivas a la espera de que la situación mejore. Pero vista a medio plazo la situación es positiva. Los ríos, especialmente los regulados, necesitaban una crecida para limpiar los fondos arrastrando la enorme cantidad de ranúnculos y vegetación subacuática. Perder algunas jornadas a principio de temporada no importa siempre que esto sirva para mejorar el estado del río. Pero los que han perdido cotos de primera no opinan igual. En León se vienen expidiendo tres cotos con muerte por temporada, de primera segunda y tercera categoría. Quines obtuvieron un buen número en el sorteo y pidieron el coto de primera, por ejemplo Sadonedo en el Orbigo o El Condado en el Porma para los primeros días no deben sentirse muy felices. Tal vez, y en estas condiciones, la Jefatura de Pesca debería facilitar otro permiso para fechas posteriores. En los ríos bercianos se pescó regular. Bien en los cotos de Villafranca, Pereje y Sil, regular en los de Burbia, Candín y Sobrado. En los tramos libres no se pescaron muchas truchas, pero destacan los ejemplares conseguidos a cebo natural y a cucharilla en Sil, un río que siempre sorprende por la enorme cantidad de vida que alberga a pesar de lo mal que se le trata. En buenas condiciones para la pesca bajaban también los ríos Eria y el Duerna, cauces que se alimentan de los montes del Teleno y Sierras de la Cabrera. En ambos se consiguieron numerosas capturas pero hay que precisar que muy pocas daban la medida reglamentaria. En los pantanos se pescaron muy pocas truchas pero de buen tamaño. No faltaron las denuncias en estas primeras jornadas. Tanto los agentes forestales como especialmente los agetnes de la Guardia Civil sorprendieron a algunos pescadores vulnerando el reglamento, especialmente en el apartado de truchas menores de la medida. Muchas anécdotas Lo de «pequeñines no gracias» parece que no termina de cuajar en algunos aficionados que no se resignan a volver a casa con la cesta vacía, y eso que el montante de las sanciones debería hacérselo pensar dos veces antes de matar una trucha menor de 21 centímetros. Tampoco faltaron anécdotas entre la sufrida masa de pescadores. Por ejemplo y en el Sil un aficionado que pescaba a lombriz sentía unas leves picadas y, cuando levantaba la caña, observaba que le habían comido el cebo. Así le sucedió repetidas veces hasta que en una de ellas y amarrado al anzuelo apareció un enorme cangrejo señal. En el embalse de Selgas de Ordás otro aficionado pescaba a cucharilla. De repente sintió una fuerte picada y comprobó que se trababa un enorme pez. Convencido de que estaba ante la trucha de su vida pidió ayuda para sacarla del agua y lo consiguió, pero su decepción fue mayúscula al comprobar que lo que había trabado era un enorme lucio. Mejoran los ríos De cara al fin de semana la situación de los ríos tiende a mejorar. Aunque los caudales por lo general siguen siendo altos, las aguas han perdido su turbidez y esto facilitará la pesca. No es la situación ideal ni mucho menos, pero tanto el cebo natural como la cucharilla y la mosca ahogada pueden deparar buenas capturas. Cuando el río, después de varios días de aguas turbias y crecido, comienza a limpiar, resulta muy favorable para la pesca. Las truchas, que han estado inactivas, necesitan reponer fuerzas y toman el señuelo con mucha avidez. En estas condiciones la lombriz es el cebo más eficaz, ya que están «cebadas» por los arrastres. Pero una cucharilla clara bien trabajada o la mosca ahogada cuando se produce la eclosión de insectos también pueden resultar eficaces. Esto sin olvidar el cebo de río, pues la crecida ha limpiado fondos. Peor lo tendrán los pescadores de «seca», pues en estas condiciones es difícil que se ceben en superficie. A lo largo de la semana se han visto buenas eclosiones de insectos. Tanto en los ríos bercianos como en el Órbigo cae abundante pardón con otras efémeras. A pesar de que las eclosiones se pueden adelantar es a partir de las tres de la tarde cuando se mueven las truchas. En El Bierzo se están moviendo muy tarde, incluso entre las dieciocho y veinte horas, cuando la mayoría de pescadores ya han abandonado el río.