El partido de la jornada

NO SÓLO el partido de la jornada, cual reza el título de la columna, si que también el partido de la temporada, por su trascendencia, es el que Ademar jugará en Bosnia frente al Izvidaz Ljubuski, encuentro de vuelta de semifinales de la Recopa. Cierto que también tienen mayor o menor importancia, pero importancia al fin, los partidos que jugarán Baloncesto León en Orense y Cultural en Sestao, el primero para no perder uno de los puestos de privilegio para la disputa del play off de ascenso, el segundo para proporcionar una satisfacción a la desilusionada afición, al tiempo que oposita a tener plaza para jugar la Copa en la temporada próxima, muy importante, esencialmente en la vertiente económica, para el club; pero pasar a la final de una competición europea, justifica por sí solo la consideración y rango de la importancia del partido en tierras bosnias. Llevar siete goles de renta puede ser beneficioso, no sólo por la evidencia de que empezará a jugar con el marcador favorable en los mencionados siete goles, sino porque plantea el dilema de nadar y guardar la ropa para llegar a la orilla deseada. Si «veinte años no es nada» al decir de la letra del famoso tango de Gardel. Volver, siete goles -en mi opinión diferencia sustancial- pueden no serlo. Tenemos el antecedente negativo de la temporada anterior: se llevaron nada menos que trece goles -que podían ser catorce, como al final fueron para el paso del Celje- si el número del marcador sobrepasaba al registrado en León. Repito, la amarga realidad demostró que no lo fueron. Una dura experiencia vivida que da paso a orillar posturas netamente defensivas, jugando prácticamente mirando al marcador. Hay pues, que saber nadar y guardar la ropa a un tiempo, es decir, jugar para ganar, poniendo el mismo acento en defensa y ataque. Puede que la clasificación en la Liga quedara decidida con la derrota ante el Valladolid, derrota que llevó a ocupar la cuarta plaza en la clasificación, por otra parte el lugar lógico para los ademaristas, habida cuenta del potencial económico, y consecuentemente deportivo, del Portland, Barcelona y Ciudad Real. También queda aún la Copa del Rey como posible señuelo; pero la Recopa abre las puertas, en la temporada venidera, para estar nuevamente en Europa, muy importante en la doble vertiente deportiva y económica, y un aval de garantía en la búsqueda de patrocinio.