Ronaldinho y Owen renacen de sus cenizas para afrontar el derbi Beckham: «Puyol es su líder y el hombre que les da más carácter» Un gran duelo en horas bajas

Frank Rijkaard esbozó ayer una leve sonrisa de satisfacción cuando los servicios médicos del Barcelona le comunicaron que Ronaldinho y Puyol estarán junto al resto de sus compañeros en el último entrenamiento que la plantilla azulgrana realizará hoy antes de viajar a Madrid, donde les espera el conjunto blanco con una gran novedad. Owen dejará, con toda probabilidad, a Figo en el banquillo. Ronaldinho y el inglés parece renacer, desde dos incertidumbres diferentes. El técnico holandés mantiene la esperanza de contar con dos de sus pilares para afrontar un compromiso de tal envergadura aunque ni el defensa ni el delantero se han ejercitado con sus compañeros en toda la semana. Sin embargo, es evidente que ninguno de los dos jugadores estará en plenitud de condiciones para medirse al Real Madrid. Ronaldinho acudió ayer viernes al Camp Nou para ser examinado por los servicios médicos y ejercitarse en el gimnasio. Instantes después, los galenos del club hacían público un comunicado que evidenciaba la casi segura recuperación de internacional brasileño. «Ha evolucionado favorablemente de su gastroenteritis vírica que le ha afectado en los últimos días. Este viernes ha hecho un programa de entrenamiento y recuperación en el gimnasio, y está siguiendo una pauta de rehidratación y nutrición. Se prevé que mañana (por hoy) se incorpore a los entrenamientos con el resto de sus compañeros», consideraban los médicos barcelonistas. Puyol siguió realizando ejercicios en solitario en el césped del Camp Nou. Su evolución es positiva y este sábado también se incorporará a los entrenamientos junto a sus compañeros. Pese a los buenos augurios, los médicos azulgrana no han podido asegurar si los dos jugadores estarán a disposición de Rijkaard. Todo dependerá de sus sensaciones en la sesión preparatoria y también de la evolución que puedan experimentar hasta horas antes del partido aunque en el seno de la plantilla azulgrana reina el optimismo y todos piensan que ninguno de los dos se perderá el envite. Michael Owen, sorpresa Mientras tanto, Luxemburgo realizaba un entrenamiento a puerta cerrada en el Santiago Bernabéu. El entrenador brasileño ensayó la táctica y la presión que utilizara mañana y sorprendió al cambiar también la táctica. A Luxemburgo parece que no le convence el doble pivote que ha usado en los últimos partidos. Los resultados, a nivel atacante, han sido bastante pobres: un gol al Málaga y dos al Albacete. Por este motivo, el entrenador blanco va a apostar por Owen. El pequeño delantero inglés reclamaba una oportunidad a su técnico. De esta manera, Owen ocupará la delantera con Ronaldo, quien ayer confesaba que «nadie tiene más ganas de marcar que yo». El sacrificado por la entrada del británico, por lo visto en el entrenamiento, será Luis Figo, lo que abre la caja de las especulaciones sobre una posible marcha a final de temporada del primer galáctico de Florentino Pérez. Gravesen se quedará como único pivote, con Zidane tirado a la izquierda y Beckham a la derecha. En la punta del rombo se situara Raúl, que demostró estar al mismo ritmo que el resto de sus compañeros. David Beckham elogió ayer al brasileño Ronaldinho, la estrella del Barcelona, y dijo de él «que es uno de los mejores, un futbolista increíble», pero afirmó que da «más importancia» a Carles Puyol, «su capitán, su líder y el hombre que les da más carácter». Beckham destacó que el partido de mañana ante el Barcelona, es «muy especial, uno de los duelos más importantes que puede disputar un futbolista». «Si ganamos el domingo, nunca se sabe lo que puede pasar. Nos quedaríamos a seis puntos del Barcelona, y, pese a que aún sería difícil y complicado, estaríamos de pleno en la pelea. Podría pasar de todo en los últimos partidos», aseguró. «Tenemos que creer en la victoria y en la revancha. La derrota en la primera vuelta fue dura, ese marcador de 3-0 nos dolió. Nosotros contamos con un gran equipo, con los mejores jugadores del mundo, y tenemos muchas opciones», dijo. Son los Ronaldos. Nazario y de Asis. Blanco y azulgrana. Dos brasileños aupados al podio de mejores del mundo que aseguran espectáculo en el clásico, en la segunda entrega de su particular cara a cara. Un duelo de altos vuelos en horas bajas por la maldición goleadora que acecha al madridista y la irregularidad en los últimos partidos del barcelonista. Será el segundo pulso entre dos buenos amigos. El primero cayó, por goleada, de lado culé. Ronaldinho demostró que en las grandes citas no falla y lideró el vendaval azulgrana que se llevó por delante al Real Madrid en el Camp Nou (3-0). Hasta esta temporada no se había podido presenciar uno de los duelos más atractivos de la Liga. Las lesiones lo impidieron la pasada campaña cuando Ronaldinho, con una rotura muscular, vio desde la grada como un gol de Ronaldo ponía punto y final a la maldición del Real Madrid en la que fue su casa (1-2). En la segunda vuelta, el madridista veía desde el banquillo por una contractura muscular, como su compatriota regalaba a Xavi el gol de la victoria del Barcelona en el Bernabéu (1-2), en plena caída de un equipo sin rumbo que había perdido opciones de ganar título alguno. Cada clásico es diferente. Son 90 minutos que cambian un año. Y ese, es el objetivo de Ronaldo, que llega a la cita angustiado por su falta de gol y perseguido por una extraña maldición que ha provocado que en las últimas fechas haya sido silbado por la afición del Bernabéu y hasta por la de su selección. A estas alturas de temporada, lleva la mitad de goles respecto a la anterior. Se agarra a los dos tantos que ha marcado al Barcelona vestido de blanco en sus cuatro participaciones, para olvidar su última trifulca en el Bernabéu cuando lanzó una botella de agua a dos aficionados. «Es un verdadero matador que se va a recuperar», dice Pelé de Ronaldo. «No me preocupa porque lo está intentando. Está en un mal momento que superará con goles. Paciencia. Dejarle tranquilo y el balón entrará», aseguró Roberto Carlos. El lateral es un amigo común de los Ronaldos. Los conoce a la perfección. Y aupa a Ronaldinho al escalafón de «mejor futbolista del mundo». Un líder que no entrena con sus compañeros desde el pasado 19 de marzo pero que, si su infección vírica lo permite, volverá a ser la gran baza barcelonista con el permiso de Eto'o.