A Tomé no le importan los demás porque ve muy bien a la Deportiva

Pocas veces habrá vivido Miguel Ángel Álvarez Tomé un partido oficial con tanta relajación como le ocurrió este domingo desde el palco de autoridades. El técnico debió quedar tan extrañado como la mayoría de los presentes luego de contemplar la indolencia de un equipo que se presumía enemigo de los bercianos en la lucha por los puestos de ascenso «esperaba que se echaran para arriba antes de lo que lo hicieron porque estaban perdiendo y ese resultado no les valía para nada». Acompañado por un Jesús Tartilán que sigue los partidos con igual discrección que clarividencia balompédica, el entrenador blanquiazul justificó su silencio a la hora de tomar decisiones consensuadas con su segundo, primer espada en el banquillo esta vez «no había mucho que decir y Tomás (Nistal) tiene mi total confianza para tomar decisiones». Sobre el partido se ha dicho casi todo en la jornada del domingo. Tomé tenía una versión similar a lo que ya se ha comentado «nunca estuvimos en peligro y sólo el infortunio provocó un resultado tan ajustado». Puestos a hacer cábalas sobre el futuro, al míster hay pocas cosas que le inquieten «no me preocupa lo que hagan los demás equipos porque veo muy bien a mis jugadores y cuando digo a mis jugadores me refiero a todos, a los que juegan habitualmente y a los que lo hacen esporádicamente». Se le nota tan confiado que hasta encaja con displicencia un guiño hacia el play off «una vez que estemos ahí no vamos a ser inferiores a nadie de salida, otra cosa será lo que pase en el campo, pero subir a Segunda no es una quimera».