Contra los fraudes de ley
LA DESCALIFICACIÓN directa por salidas falsas, un incremento de 650.000 dólares en el presupuesto contra el dopaje y el endurecimiento de las condiciones para competir por el país de adopción al cambiar de nacionalidad fueron las propuestas estelares que el Consejo de la IAAF adoptó en Doha para llevarlas ante el Congreso de Helsinki. La expulsión directa por salidas falsa motivó un cambio radical de criterio en el Consejo Directivo de la IAAF, que el sábado se inclinó por mantener la norma actual, y el lunes, tras un intenso debate, decidió apoyar la expulsión directa sólo dos días después de haberla rechazado. Una encuesta por internet entre los aficionados al atletismo, con 1.351 respuestas, revela que sólo un 20,58 aprueba la «tolerancia cero» en esta materia. Los propios atletas se encuentran divididos al respecto. La regla suscitó en su día una profunda división entre el atletismo latinoamericano, promotor de la norma para evitar el número abusivo de salidas falsas, y el anglosajón, que prefería una normativa menos estricta para preservar a sus grandes velocistas. «Se trata de evitar fraudes castigando a los atletas que provocan la primera salida falsa para desestabilizar a sus rivales, pero el Congreso (los días 3 y 4 de agosto en Helsinki) tendrá la última palabra>, precisó el secretario general de la IAAF, Istvan Gyulai. Los atletas que cambien de nacionalidad tendrán que esperar tres años a partir de la consecución del pasaporte para competir por su país de adopción, a semejanza de la política seguida por el COI. La normativa anterior en esta materia permitía a un atleta competir por su nuevo país cuando se habían cumplido tres años desde la última vez que representó a su país de origen. El presidente de la IAAF anunció un recrudecimiento en la campaña contra el dopaje, reflejado en un aumento de 650.000 dólares en el presupuesto destinado a controles dentro y fuera de competición. Con ocasión de los Mundiales de agosto en Helsinki, en el mes anterior la IAAF practicará un centenar de controles de dopaje por sorpresa, y se llevarán a cabo además unos 500 de orina y 300 de sangre para la detección de EPO y otras sustancias detectables por vía sanguínea. La lista de atletas de todo el mundo susceptibles de ser controlados por sorpresa en cualquier momento del año abarca a 1.500, seleccionados por ránking y clasificación mundial.