La situación de los ríos tiende a mejorar y llegan las capturas

A medida que se va normalizando la situación de los ríos la temporada truchera tiende a mejorar, si bien esta mejora se produce con bastante lentitud. Los ríos de montaña van recuperando la normalidad, pero las aguas siguen bajando muy frías debido al deshielo. En estas condiciones el cebo natural es el arte que sigue dando los mejores resultados. Tanto en el Curueño, como en el Torío y en el Bernesga se está pescando mucho y bien tanto a lombriz como a gusarapín. Las truchas se mantienen empozadas y pegadas al fondo, pero tras varios días de inactividad necesitan alimentarse, justamente cuando las aguas van aclarando. No faltan los furtivos que aprovechan la coyuntura para realizar grandes «pescatas» en las que se incluyen truchas que no dan la talla. A estas alturas ya se han producido varias denuncias, algunas espectaculares como la realizada en el Curueño con el decomiso de 28 truchas. A partir de ahora y hasta la eclosión de la mosca de la piedra, la gusarapa será el cebo vivo mas eficaz de cara a las grandes truchas. Las imitaciones bien lastradas también pueden dar buenas capturas pescando con cola de rata «a ninfa». Los ríos regulados, que siempre resultan mas seguros en estos comienzos de temporada, no acaban de asentarse. El Órbigo sigue muy alto y con variaciones diarias que hacen subir y bajar el caudal a lo largo del día. El Esla, que discurría muy bien de caudal, el pasado martes y miércoles sufrió un notable incremento que enturbió el agua y, aunque ya ha recuperado la transparencia, sigue bajando alto. Precisamente y en el curso bajo ya ha comenzado a eclosionar la «sarnosa» lo que está moviendo grandes truchas, aunque en poca cantidad. Tal vez sea el Porma el que discurre en mejores condiciones, pero también es el que registra mayor afluencia de pescadores. El Sil sigue dando, como cada año, las mayores capturas. Escenarios y concursos Las sociedades de pescadores ya han comenzado su programa de competiciones. El pasado fin de semana le llegaba el turno a la Asociación Leonesa de Pesca con Mosca en el Órbigo. La jornada del sábado estuvo marcada por el viento y el frío, a pesar de lo cual y de que el río bajaba muy alto se consiguieron capturas de buen tamaño. El domingo se pescó mucho mejor, especialmente a cucharilla. Al tratarse de una competición en la que se pesca sin muerte, es preciso que la cucharilla tenga un solo anzuelo que, además, debe estar desprovisto de muerte o arponcillo. En esas condiciones no es fácil realizar capturas, ya que un porcentaje muy alto se sueltan antes de llegar a la sacadera. La competición se realizó a río libre y la mayor parte de los participantes se concentraron en los tramos inferiores, próximos al pueblo de Villamor de Órbigo. Lo que si quedó meridianamente claro fue que el escenario tiene truchas en cantidad y en tamaño, por lo que si se cuidase daría mucho juego para las diferentes competiciones. Al margen de los concursos no se ha podido pescar todavía, ya que, inexplicablemente, todavía no se había publicado la orden reguladora. Por cierto, que la competición tuvo unos espectadores inusuales, lo cormoranes situados en los chopos de la ribera en varios puntos del escenario. Otro escenario que cuenta con truchas de buen tamaño es Villómar en el Esla. Ocurre, sin embargo, que este río arroja mejores resultados a medida que avanza la temporada. A pesar de ello en estas primeras jornadas está dando muy buenas truchas aunque en pequeña cantidad. Lo mismo ocurre en el tramo libre sin muerte situado por encima, que cuenta con grandes truchas fácilmente visibles desde el azud situado en la parte inferior del mismo que recientemente se ha embalsado.