La Cultural encaja tres goles que no reconcilian (3-0)
La Cultural gana a un inofensivo Guijuelo y reduce a seis puntos l a distancia con el cuarto «Paulino esahora imprescindible» Fresne
Los jugadores de la Cultural salieron concienciados de que una victoria sobre el débil Guijuelo se hacía necesaria para congraciarse con la afición, que acudió en un número mínimo al Municipal leonés. Los componentes del Guijuelo quisieron evitar el mayor empaque de la Cultural en el centro del campo, a través de presionar al rival que llevara la posesión del balón. Muy pronto se vislumbró la superioridad leonesa. Un movimiento perfecto entre la medular y el ataque leoneses propició que Roberto Fresnedoso controlase el balón para batir en segunda instancia al portero Imanol tras adivinar el disparo del centrocampista toledano. Una vez que los culturalistas abrieron la portería charra, los componentes del equipo local dispusieron de todas las posibilidades para engordar la cifra goleadora a su favor. Con el paso de los minutos, los propietarios del terreno pasaron a dominar cada una de las zonas del campo. Las llegadas hacia la portería de Imanol se intensificaron cada vez más. Paulino acertó a la media hora a batir de nuevo la portería charra con uno de sus goles marca de la casa. El gol del manchego sentenció el encuentro cuando todavía restaba por delante una hora de partido. La hinchada leonesa, mientras tanto, siempre se mostró al lado del equipo. Aplaudió los goles del equipo leonés, sobre todo el de Roberto Fresnedoso, porque la pirueta del ex atlético entusiasmo a algunos de los seguidores del equipo leonés. Con todo a favor de la Cultural, antes de llegar al descanso, a los de González Villamil aún les dio tiempo para marcar el tercer gol, obra otra vez de Roberto Fresnedoso. El medio culturalista celebró de nuevo el gol con su ya clásica pirueta, pero sin tantear la caída final. Dio igual, porque los aplausos desde la grada sonaron para júbilo del graderío. Con el encuentro ya solventado para los componentes de la Cultural, los segundos cuarenta y cinco minutos se preveían más tranquilos que nunca para los dirigidos en la parte técnica por Vicente González Villamil. El entrenador del Guijuelo, que dirigió a los suyos desde la grada por sanción, realizó los tres cambios en el descanso. A buen seguro que hubiera dejado en la caseta a todo el equipo, pero el reglamento sólo establece tres. Los locales, con el partido decidido, quisieron mantener el balón en su poder el mayor tiempo posible, sin entrar en ningún momento en pérdidas ni en un cuerpo a cuerpo injustificado, tal y como aconteció el enfrentamiento deportivo. Los dueños del centro del campo siguieron siendo los propietarios del terreno, con Soto en la contención, además de Albert Puigdollers y Roberto Fresnedoso en el manejo ágil del balón. El toledano, ante su juego elegante y de calidad llevó a algún comentario alabancioso en el palco, precisamente por uno de los propietarios que impusieron su fichaje. El encuentro se convirtió en un espectáculo sin atención. Apenas algunas acciones de calidad en la medular, llevadas casi siempre por Roberto Fresnedoso, y una mayor eficacia en cuanto al juego colectivo que nunca antes había imperado en los culturalistas. Los seguidores esperaron algo más. Quisieron más goles, pero el equipo leonés apenas insistió en ocasiones de peligro hacia la portería defendida por Imanol. El graderío llegó a cansarse, porque deseó más goles. Los minutos pasaron sin que unos ni otros arriesgasen más de la cuenta. El mejor aplauso de la tarde se lo llevó Roberto Fresnedoso cuando fue retirado del campo. Entró Willy, después de muchas jornadas sin jugar. Las oportunidades volvieron con acciones de Pepín y Abel, pero no encontraron la portería contraria. El público pitó por la escasa puntería y la excesiva individualidad. En suma, un triunfo que aplacó el ambiente tenso del Amilivia.