Ni el Alavés ni el árbitro impiden a la Deportiva alcanzar el liderato (1-1)

La Sociedad Deportiva Ponferradina dio otro paso hacia el play off de ascenso con su empate de ayer frente al Deportivo Alavés B, en los terrenos de la Ciudad Deportiva del Glorioso. Este marcador, unido a la derrota del Zamora en Torrelavega deja a los blanquiazules en la cabeza de la tabla, por mejor average con relación a los de Balta. Pero lo más importante es que se amplían las distancias con el quinto clasificado, ahora de siete puntos para los blanquiazules a falta de seis jornadas para la conclusión de la Liga. Con ser importante y positivo lo que ocurrió ayer por la mañana en El Glorioso, a la Deportiva le ha quedado un mal sabor de boca y con razón porque tuvo el triunfo en la mano después de que Fran inaugurase el marcador a los cinco minutos de partido. La pena fue que los bercianos no supieran plasmar su manifiesta superioridad en ese tramo inicial del encuentro para decantar definitivamente la balanza a su favor, cercenando así el poder de reacción de los alaveses. Miguel tuvo la sentencia a los veinte minutos, o al menos eso parecía con la llegada de un segundo gol que habría dañado seriamente al Alavés B. Joaquín Bornes botó una falta con maestría desde el centro del campo y le puso la pelota en el pecho a Miguel para que el manchego hiciera un control orientado con su gran clase que le permitió encarar en solitario al meta local. Su remate, sin embargo, lo rechazó con el cuerpo Iván Gómez. En el fútbol se pagan estos errores y a la Deportiva pudo costarle dos puntos en el día de ayer. Todo había empezado a pedir de boca, con Fran en la titularidad y Tarradellas en la suplencia, contrariamente a lo que podía intuirse el pasado jueves. El zamorano demostró que hoy por hoy es indiscutible en este equipo y atinó con la red tras el veloz contragolpe llevado por Guille por banda izquierda, con pase hacia la derecha donde Fran estaba totalmente desmarcado. Controló la pelota y batió a Iván Gómez con un disparo raso, seco y pegado al poste más lejando al guardameta. Justo premio al mejor equipo en esos momentos. El gol dejó tocado al cuadro blanquiazul (ayer la Deportiva vestía de rojo) y sólo el paso de los minutos junto a la desastrosa forma de aplicar el reglamento exhibida por el cántabro Quintana Mendiola, hicieron peligrar la integridad de la portería de Rubio, ya antes del descanso. Fue increíble el recital de amonestaciones con el que el cántabro castigó a la Ponferradina. Pero es que antes de eso, el árbitro no tuvo valor para expulsar al lateral derecho Garmendia cuando sujetó a Rubén Vega que se iba como una exhalación hacia la portería alavesista. El local ya tenía una tarjeta amarilla, si bien la acción con Rubén era merecedora de la cartulina roja directa, por tratarse del último defensor en una ocasión manifiesta de gol. Quintana se limitó a pitar la falta ante las lógicas protestas de los bercianos. El árbitro entra en el partido No sólo no expulsó a Garmendia, si no que además amonestó a Povedano, Jesús, Gorka, Úriz y Fran. Algunas tarjetas fueron merecidas, es verdad, pero la mayoría resultaron impartidas con una excesiva rigurosidad que nadie supo interpretar. Hasta Tomé y Nistal resultaron amonestados. Así era difícil que todos acabaran el partido y nada más comenzar el segundo tiempo, Fran vio la segunda amarilla en una acción que como mucho merecía una falta sin más. El Alavés se lanzó al ataque y la Deportiva se defendió como pudo hasta que Andrea fusiló a Rubio mediado el segundo tiempo. Tomé recompuso el equipo con Soto y Tarradellas. El central reforzó la zaga y el catalán suplió a Fran. Los bercianos aguantaron las acometidas del rival y lograron un punto de oro dadas las circunstancias.