Radcliffe, más rápida con la pasta que con patatas o arroz
La plusmarquista mundial británica tendrá que averiguar si los dos minutos más lenta que estuvo el domingo en el maratón de Londres tienen relación con sus cambios al sentarse a la mesa
Paula Radcliffe, ganadora por tercera vez del maratón de Londres, tendrá que averiguar si los dos minutos más lenta que estuvo el domingo en Londres (2h17:42) con relación a su récord mundial de 2003 (2h15:25) tienen relación con su abandono del consumo masivo de pasta en beneficio de las patatas y el arroz. La plusmarquista mundial de maratón vivió una auténtica pesadilla en los Juegos de Atenas, ya que se vio obligada a retirarse, víctima de desarreglos estomacales, en las dos pruebas en las que participó (el maratón y los 10.000 metros). En lugar de la habitual carga de pasta que prescriben los manuales del buen maratonista para los tres últimos días antes de la carrera, Radcliffe depositó su confianza en el arroz y las patatas. En vísperas del maratón de Londres, Radcliffe reveló el cambio en sus preferencias dietéticas y aseguró que se encontraba mucho más fuerte mental y físicamente, pero la carrera no sólo le trajo nuevos problemas estomacales, sino que la devolvió dos minutos más lenta que en 2003. Radcliffe no pudo con su récord mundial, pero se embolsó, a cambio, una prima de 125.000 dólares por mejorar el oficioso récord mundial de maratón en carrera femenina, que ella misma consiguió en 2002. Un año después batió el récord mundial pero con la ayuda de liebres masculinas. En la milla 21 (km 35) Radcliffe se vio obligada a detenerse para vomitar en uno de los servicios portátiles. No quería hacerlo en plena carrera, ante miles de seguidores, pero observaba con alarma que estaba perdiendo diez segundos por milla y no tuvo más remedio que hacer una «toilette-stop» de 15 segundos. Pese a todo, Radcliffe aventajó en la meta en cinco minutos a la segunda, la rumana Constantina Dita, vencedora el año pasado en Chicago, y se anotó su quinta victoria en seis maratones. En Londres su ritmo de salida resultó asfixiante incluso para la keniana Leah Malot y la tanzana Restituta Joseph, que se entregaron ya en la sexta milla. La vencedora del año pasado, la keniana Margaret Okayo, y su compatriota Susan Chepkemei intentaron inútilmente seguir la estela de la británica. Radcliffe pasó el medio maratón en 68:27 y sólo unos kilómetros después empezó a notar molestias en el estómago. La parada, pese a la pérdida de tiempo, le devolvió las fuerzas. Todavía tenía tres minutos de ventaja sobre Dita. «Venía muy bien preparada», añadió Radcliffe, «pero para batir mi récord del mundo tenía que haber unas condiciones perfectas y, aparte de mi parada, hacía mucho viento en la segunda mitad de la carrera». La atleta británica necesitaba demostrar que era la de siempre a quienes dudaban de que pudiera recuperar su nivel después del doble fracaso de los Juegos Olímpicos de Atenas. «Algunos dijeron que nunca volvería a ser la misma, pero nunca estuve de acuerdo con eso». La corredora británica sólo elegirá cuando esté recuperada por completo la prueba que hará en los Mundiales de Helsinki, si el maratón o los 10.000 metros. «Es una decisión difícil porque me gustaría conseguir un título en la pista, pero también me gustaría ser campeona mundial de maratón»., aseguró.