Rafa se abona a los líos

Rafael Guerrero, árbitro asistente leonés del encuentro entre el Racing de Santander y el Athletic Club, volvió otra vez a acaparar la atención del partido al señalar un discutido penalti en el tiempo de prolongación que propició la derrota del conjunto local. Con empate a cero en el marcador y en el minuto 94, el asistente consideró como pena máxima un balón que cabeceó Santi Ezquerro y que, tras golpear en el muslo de Juanma, le dio en la mano de manera involuntaria. Rafa Guerrero no se lo pensó dos veces, hizo vibrar el dispositivo del brazo a Julián Rodríguez Santiago (esta vez no fue Mejuto González) y le indicó que era penalti. Las protestas de los jugadores locales se multiplicaron, lo que se tradujo en cuatro tarjetas amarillas y una expulsión, y también los lanzamientos desde la grada de botellas de plástico, como recogió el árbitro en el acta del partido. Orbaiz anotó el 0-1 en el minuto 97 y uno después Tiko, con el guardameta local en el área contraria en busca del imposible, dejó el marcador en 0-2. Guerrero cobró fama en España en un encuentro en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Barcelona en 1996. Entonces, paró el partido para decirle a Mejuto González que Aguado había agredido y cometido penalti sobre Fernando Couto cuando fue Jesús Solana el que, involuntariamente, había tropezado con el portugués. La famosa frase «Ha sido el seis, penalti y expulsión», quedó grabada en la historia del fútbol español. Entre otras cosas, Guerrero le dijo a Mejuto que preguntara a Luis Figo, por entonces en el Barcelona, para que le dijese quién había realizado el supuesto penalti, aunque rápidamente reaccionó y le indicó al árbitro que había sido Xavi Aguado. De hecho, tan famoso se ha hecho en la capital aragonesa que se fundó una peña zaragocista llamada «Ha sido el seis, penalti y expulsión», que cuenta con su propia página web y en la que se menciona a Guerrero como «el enterao». El Zaragoza, que vencía en ese momento 3-2, terminó perdiendo 3-5. Pero no son estos los únicos incidentes en los que se ha visto envuelto el polémico asistente. Rafa Guerrero volvió a convertirse en protagonista en el encuentro de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey del año pasado entre el Sevilla y el Real Madrid al instar al árbitro, Iturralde González, a expulsar al francés Zinedine Zidane por agresión sobre Pablo Alfaro. En el minuto 40 de partido, ambos futbolistas saltaron a un balón y el sevillista lanzó un manotazo sobre el francés que impactó en su cara. Zidane le devolvió el golpe, aunque sin girar la cara y sin saber donde se encontraba el defensa aragonés. Sin embargo, el golpe dio en el rostro de Alfaro que cayó al suelo. Iturralde, que no había visto la acción, fue a consultar al árbitro asistente más famoso de España, quien le instó a expulsar al cinco merengue. En esa misma temporada se la volvió a liar al Zaragoza cuando le pitó un penalti muy dudoso contra el Málaga en la Rosaleda, que le permitió al equipo andaluz vencer 0-1. En la temporada 2000/01, en la jornada 17, el Betis derrotó al Mallorca 1-0 con un gol de penalti tras una discutida mano del balear Fernando Niño, acción sólo vista por Guerrero.