«Este deporte depende demasiado de las ayudas de las instituciones»

El móvil de Juanín García no para de sonar. Él, de forma tímida y educada, contesta siempre con un «gracias». Se ha convertido en el segundo mejor jugador del mundo de la temporada, sólo por detrás de Henning Fritz, portero del THW Kiel alemán. Una designación que él no esperaba pero que acoge con agrado. Este extremo izquierdo nacido en León el 28 de agosto de 1977, es jugador del Ademar desde que era un crío, está completando una de las mejores temporadas de su vida deportiva. Ha levantado la Copa Asobal, la Recopa, la Copa del Rey y una Liga con el club leonés y un Mundial con la Selección Española. Ahora encara la recta final del curso con la mirada puesta en una nueva final de la Recopa ante el Zagreb - Se ha convertido en el segundo mejor jugador del mundo. ¿Se lo esperaba? - No. Con estar entre los siete primeros ya me valía, era un éxito. Ahora sólo tengo que disfrutar de esto y dar las gracias a la gente de León, que me ha apoyado en todo momento. - Rafael Guijosa también fue declarado mejor jugador de la temporada en 1999. ¿Qué tienen los extremos españoles para que se los valore tanto? - No lo sé exactamente. Supongo que los dos hemos trabajado mucho tanto para jugar tanto en nuestros equipos como para la selección. - ¿Más calidad que físico? - Tal vez. El extremo es más espectacular porque requiere un poco más de habilidad. Aún así, los que se suelen llevar los méritos estos suelen ser los puestos de primera línea porque llevan más el peso del equipo y son los goleadores. Pero, bueno, está bien que de vez en cuando se acuerden de nosotros. - ¿Su puesto ya está cubierto para el futuro? En el centro, Raúl Entrerríos, Chema o Romero ya empiezan a asumir responsabilidades. - Hombre, no te puedo decir nada sobre categoría juvenil y así porque no conozco. Pero en la Liga Asobal hay muy buenos jugadores. Por ejemplo, Santi Urdiales (Teka Cantabria) que ya ha estado en la selección. Creo que es un grandísimo extremo y que si sigue así volverá pronto a la selección. Luego a mi me gusta mucho como juega Edu Domínguez (Teucro). Tiene una gran calidad. - ¿Está es la temporada perfecta? - Sí. Estuve en los Juegos, que era un sueño para mí, el Europeo, el Mundial y me he ido consolidando en la selección. Y ahora, con mi club, la final de la Recopa contra el Zagreb. - Una eliminatoria con la dificultad de disputar el partido de vuelta en Croacia. - Tienen esa pequeña ventaja. El Ademar hace tres años que no gana un título y este año toca. Sería muy importante para el club y para la ciudad. - Y en cuanto a la selección, por fin ha llegado la calma con la renovación de Juan Carlos Pastor. ¿Para el grupo era importante que siguiera hasta Pekín? - Era importante para nosotros y, en general, para todos. Las cosas se van a hacer con tranquilidad y espero que se logren más triunfos como el de Túnez. Era justo que Pastor siguiera. - Volviendo a la temporada, usted no ha parado desde hace nueve meses. ¿No juega demasiados partidos? - Sí, sí (risas). El calendario está así y lo único que tenemos que hacer los jugadores es estar bien preparados. Tampoco podemos decidir mucho y no tenemos muchas cosas que hacer. Sólo salvar la temporada como podamos. - El curso que viene, ¿qué pasará con Juanín? ¿Seguirá en el Ademar? - Hasta 2007, sí. Es el equipo donde siempre quise jugar y tengo contrato en vigor. Es muy difícil que cambie de equipo porque lo que se oye ahora sólo son rumores. - Los clubes empiezan a reforzarse, pero siempre se está hablando de Portland, Ciudad Real y Barcelona, sin contar al Ademar. No hay que dudar de la gran calidad de la Liga Asobal. Pero, ¿no cree que se está fracturando demasiado la competición, que hay demasiada diferencia entre los cinco primeros y el resto? - Hay una brecha demasiado grande. Me gustaría que la Liga fuera más competitiva porque el balonmano ganaría con la igualdad. Hay grandes diferencias en los presupuestos y eso es lo que crea ese salto entre los equipos. - ¿Falta compromisos de los patrocinadores a largo plazo? - Eso, y que el deporte del balonmano depende demasiado de las ayudas de las instituciones.