León reserva hora en el Palacio para iniciar los play-off en casa

Baloncesto León cumplió ayer y ya tiene reservada fecha para el inicio de los play-off. Será en casa, en el Palacio de Deportes los días 5 y 7 de mayo, con un rival aún por determinar aunque todo apunta a que será el CAI Zaragoza. Ayer el equipo tenía la oportunidad de conseguir matemáticamente la tercera plaza y no la dejó pasar, aunque pasó bastantes apuros hasta el descenso. El Melilla, ese equipo que por segundo año consecutivo parece una ONU en la que es difícil averiguar quién ocupa las plazas de no comunitarios, traía el partido muy preparado y sólo hasta que emergió el mejor Barnes tras el descanso León estuvo contra las cuerdas. El equipo no estaba fino y Bergersen exhibía su poderosa muñeca desde la línea de tres (7/9), mientras el conjunto leonés erraba en canastas de esas imperdonables y sufría una importante empanada en ataque, que aderezaba con un pésimo resultado en los tiros libres (6/14) al descanso. De entrada el Melilla ya dejó claro que traída como credenciales una auténtica guerra táctica atrás. Eso empezó a generar problemas para anotar a Baloncesto León, que realizó un par de estirones en el primer cuarto pero no consiguió irse y con varios ataques mal generados otorgó un empate a 13 al final de los primeros diez minutos. La pugna en las pinturas era máxima y Higgins se había ido prematuramente con una tercera falta fruto del correcalles en el que se convirtió el partido durante varios minutos, y de lo que supo sacar frutos el rival. Barnes tenía a cero su tanteador particular y el equipo inició el segundo cuarto intentando jugar un par de balones de esos imposibles que dieron al Melilla sus primeras rentas, ya que pudo correr al conseguir balones fáciles. Y esas rentas no las desaprovechó, porque con Bergersen en plena racha -sumó veinte puntos en diez minutos- consolidó esa escasa ventaja sin que los intensos de León para recuperarse dieran frutos a pesar de que Dani y Panadero ofrecían su tiro exterior para abrir la defensa. Y el Melilla no dudaba a la hora de provocar la falta cuando León intentaba anotar bajo aro porque se daba cuenta de que rendimiento en los tiros libres no era normal. El joven Rocchia tuvo sus minutos en este periodo con un resultado desigual. Pagó su falta de minutos en LEB y aunque en ataque aportó desparpajo y dio dos buenas asistencias en plena crisis de anotación, en defensa se las vio con un perro viejo como Bergersen que estaba en plena racha cuando le pusieron delante al joven italoargentino, y al que colocó varios triples dolorosos. Le había tocado bailar con la más fea en esta oportunidad. Tras el descanso surgió el mejor Barnes. En el segundo cuarto ya había empezado a anotar pero en diez minutos se fue a los 15 puntos, a pesar de que tampoco estuvo fino en los tiros libres (3/9). El estadounidense cogió en este partido diez rebotes ofensivos y los que capturó en este periodo los consiguió anotar lo que otorgaba una gran efectividad a León al rematar las jugadas que sus compañeros erraban. Y Rivero con dos triples casi consecutivos impulsó al equipo a ponerse arriba en el ecuador del cuarto, momento en el que el Melilla empezó a ir a menos. La remontada llevó a León a apretar los dientes atrás y consiguió sacar su mejor juego, para dejar claro al Melilla con dos tapones consecutivos de Dani y Barnes que su opción había pasado. El periodo definitivo se inició con un triples de Panadero (logró tres) que puso la ventaja en los diez puntos. Replicó Bergersen y Jeffers se unió al festival para asentar las cosas y permitir al equipo jugar con tranquilidad. Con Pedro y Larragán en pista León no tuvo problemas para dejar pasar los minutos y más con las dos técnicas consecutivas del rival que acabaron con unas opciones ya remotas. Sólo hubo otra tímida aproximación que castigaron los bases con sendos triples y el partido quedó en manos de la peña El Tambor y su inevitable «Paquito chocolatero».