Alonso continúa ganando, pero Schumacher vuelve por sus fueros

El Gran Premio de San Marino de fórmula 1 sirvió para constatar que el español Fernando Alonso (Renault) está abonado al primer peldaño de los podios, aunque cada vez es más costoso, y en esta ocasión tuvo que pelear hasta el último instante con el alemán Michael Schumacher (Ferrari), que al fin vuelve a ser el que era. La carrera de Imola fue todo un espectáculo. Alonso logró su tercer triunfo consecutivo y el cuarto de su carrera deportiva, ante un Schumacher que, tras un desalentador comienzo de temporada, vuelve a ser el Michael Schumacher que ha dominado el Mundial desde el año 2000. Alonso lidera el certamen con cierta comodidad tras haber ganado sucesivamente los grandes premios de Malasia, Bahrein y San Marino. En Imola lo hizo con un monoplaza equipado con el mismo motor que llevó en el circuito de Sakhir veinte días antes, con el peligro de rotura que ello supone. La importancia de la victoria de Alonso la destacó el propio asturiano. Ni él mismo pensaba que iba a ganar, ya que durante el fin de semana estaba más preocupado de conservar la mecánica que de tratar de alcanzar otras metas más altas. Pensaba luchar por el podio, pero nunca en una victoria. El duelo final con Schuamcher fue antológico. El germano partió desde el decimotercer puesto de la formación de salida, al que cayó tras un error de pilotaje en la segunda sesión clasificatoria, disputada el domingo por la mañana. El kaiser pudo retrasar su primera parada en boxes porque había cargado más combustible que sus rivales. Ello le permitió quitarse de en medio a un bien puñado de rivales y lanzarse como un loco a la caza del británico Jenson Button (BAR-Honda), primero, y de Fernando Alonso, después. Button le duró muy poco y enseguida se plantó detrás de Alonso, cuyo motor ya no daba más de sí. El alemán, con un ritmo endiablado, no paró de intentar rebasar al español hasta el último metro, pero éste supo aguantar los empellones para llegar victorioso a la línea de meta. La sonrisa del kaiser Este resultado le permite a Schumacher volver a sonreír. El futuro ya no se presenta tan negro como estaba tras las tres primeras citas del campeonato, en las que su saldo fue tan sólo de dos puntos, los que le otorgó su séptima plaza en Malasia. En Australia y en Bahrein no pudo acabar, en el segundo caso cuando el coche empezaba a mostrarse algo más competitivo. El intenso trabajo del equipo tras la carrera de Bahrein dio sus frutos en Imola. El Ferrari F2005 estrenado en los emiratos por fin está a la altura, y lo ha hecho en suelo italiano, en la primera cita europea del Mundial. Las innovaciones aerodinámicas y los nuevos compuestos de neumáticos de Bridgeston, unido al hecho de que estrenaba motor, le permitieron batirse de igual a igual con Fernando Alonso. Ya dijo Alonso antes de la carrera que el rival, a pesar de su mala situación en la parrilla, iba a ser Michael Schumacher, sobre todo por la consistencia de los neumáticos de Ferrari. Y así fue. Barcelona, un espectáculo Incluso el triunfo habría sido una realidad contundente si no hubiera fallado en la segunda crono y hubiera salido más adelante. Los duelos entre Michael Schumacher y Fernando Alonso se presentan jugosos. El primero de ellos será entre el 6 y el 8 de mayo en suelo español. El Gran Premio de España se antoja espectacular.