El Milan acaricia la final gracias a la suerte y al letal Shevchenko (2-0)
El PSV, que fue el amo del partido en el segundo tiempo, no mereció marcharse de vacío Rafa Benítez, dispuesto hoy a sorprender al Chelsea en la semifinal inglesa
Shevchenko batalla con el portero y un jugador del PSV
El Milan acaricia ya la final de la Liga de Campeones y está más cerca de su séptima Copa de Europa gracias a Shevchenko y a la suerte que le acompañó en la segunda parte. El Balón de Oro del pasado año volvió a responder en un momento decisivo, marcando el primer gol del Milan en un partido que tuvo dos partes muy diferentes y pudo resultar fatídico para los italianos tras el descanso, que se vieron superados en esa mitad en todos los terrenos por un PSV al que sólo le faltó lo único importante, el gol. El favorito impuso su dominio en el primer tiempo, pero en el segundo, entregando el balón a los visitantes, los holandeses les dieron un repaso de fútbol y el Milan se salvó por la nula eficacia ofensiva del rival. Después de sufrir durante toda la segunda parte, el 2-0 que debe ser decisivo llegó en el último minuto tras un rechace, y al Milan le salió redondo su planteamiento, aunque con excesiva fortuna, ya que el PSV no mereció irse de vacío y casi ya eliminado de San Siro. El Milan tuvo menos fútbol que el PSV, pero cada vez que aparecieron Kaká y Shevchenko en la frontal del área crearon peligro a un equipo que tuvo que dedicarse en la primera parte casi en exclusiva a defender ante el acoso al que le sometieron entonces los italianos, aunque no generaron apenas juego porque Pirlo no intervino nunca. Pero el medio punta brasileño y el delantero ucraniano fueron suficientes para adelantar merecidamente al Milan, que sometió a un asedio a su rival en los primeros minutos y desde el 1-0 hasta el descanso. Fue el portero Gomes quien evitó que el equipo de Ancelotti se adelantase antes, porque respondió a lo grande a dos duros disparos de Kaká. Precisamente fue cuando el PSV pareció haberse sobrepuesto a la presión milanista y acariciaba imbatido el descanso, llegó la mejor demostración de la velocidad y contundencia de los rossoneri, con Shevchenko ejerciendo dematador. El 2-0 definitivo llegó con un gol de fortuna anotado por Tomasson en otro de los escasos balones que llegaron al área visitante.