Entre la duda y la esperanza
SEMANA PARA esperar, para dejar leves resquicios a la duda, para soñar. Los éxitos de Ademar y Baloncesto León han sido para el gozo y la alegría de los aficionados que los disfrutaron jubilosamente. La victoria de Ademar por un margen de doce goles -teóricamente suficiente, para llevar la Recopa a sus vitrinas- y el triunfo en Tarragona de Baloncesto León, con antesala optimista para la disputa de los play-offs de ascenso, para buscar el camino que lleva a las verdes praderas de la ACB. Con el recuerdo gratificante de la gran victoria de Ademar sobre el Zagreb, en el primer partido de la final copera, las velas de la esperanza se han hinchado con el viento del optimismo. Ni siquiera el gris recuerdo de lo acaecido en ocasión precedente, también en la Recopa frente al Celje, han conseguido advertir que casi siempre los sueños, sueños son, pero los aficionados leoneses, gente joven y optimista, se aferran a la tangible deseada realidad; porque están seguros que no se volverá a tropezar en la misma piedra. De humanos por el tropiezo, a «sabios» pro la rectificación. Tal vez demasiado optimismo, pero ellos no son los que tienen que hacer el sueño realidad sobre la cancha croata, son técnicas y jugadores los que tienen que jugar para ganar que no para hacer válido el muy favorable resultado del partido de ida. Si al decir del tango porteño, «veinte años no es nada», doce goles sabiamente administrados son mucho, no por la vía de conservadurismo que esa ya se sabe no es buena- sino saliendo a imponer su juego y su garra, la administración se aplicará cuando la diferencia favorable y el cronómetro lo requiera, corazón y cabeza. Ya saben, Manolo e Isidoro el arma táctica que los croatas usaron en el Palacio y los frutos recogidos por dejar vía libre a la inspiración goleadora de Kjelling, Metlicic y Krivechlykov.Veintiséis goles marcados por los tres, de los treinta y siete logrados por el equipo. Y si la vigilancia sobre ellos se multiplica, siempre nos quedará Juanín. Baloncesto León inicia su complicada andadura camino de la ACB. Ha tocado un rival complicado; pero si el equipo juega coordinadamente, la alegría por el retorno se hará también tangible y jubilosa realidad. Una semana entre la duda y la esperanza, más para la segunda. Como en todas las citas los aficionados tienen que jugar su baza, con sus veces de aliento, que en Zagreb, por ser minoritarias, tendrán que ser mucho más intensas.