TENIS
Nadal se corona rey de Roma tras una final maratoniana
El mallorquín superó a Guillermo Coria en un partido de más de cinco horas de espléndido juego
El español Rafael Nadal, quinto favorito, derrotó al argentino Guillermo Coria (9), por 6-4, 3-6, 6-3, 4-6 y 7-6 (6), en 5 horas y 14 minutos, y ganó el Masters Series de Roma de tenis, su quinto título del año y que además le convierte en el nuevo rey del Foro Itálico. A Nadal, como ganador, le correspondió un premio de 340.000 euros, mientras que a Coria, como finalista, recibió otro por 170.000 euros. Nadal, que disputaba su tercera final consecutiva (Montecarlo y Barcelona), su sexta del año (ganó en Costa Do Saipe y Acapulco, y cayó en la de Miami), ve aumentar su impresionante racha a 17 victorias consecutivas. Además de dejar su palmarés de 2005 sobre la tierra batida en 31 triunfos y sólo dos derrotas. Y lo ha realizado en un partido increíble, emocionante e impresionante. Tanto que con sus 5 horas y 14 minutos de duración bate el récord del torneo romano, que estaba en 4 horas y 53 minutos del que enfrentó en 1979 a Vitas Gerulaitis (USA) y Guillermo Vilas (ARG). Eso sí, el de 1979 es el récord de juegos disputados con un total de 57 (6-7, 7-6, 6-7, 6-4, 6-2). Pero también ha roto el récord de un Masters Series, desde que en 1990 se produjo esta denominación, pues el anterior estaba en las 4 horas y media del encuentro entre el chileno Marcelo Ríos y el argentino Mariano Zalabeta de Hamburgo en 1999. Nadal sucede a Carlos Moyá, ganador en 2004 en Roma, como último español, y es el cuarto triunfo hispano consecutivo, pues en 2003 lo conquistó Félix Mantilla, y en el 2001 Juan Carlos Ferrero. Datos que evidencian lo increíble y disputado de un partido que pudo caer de uno u otro lado, que vio vislumbrar en momentos a Coria como ganador y que Nadal apuntilló en su cuarta bola de encuentro. Era el tercer encuentro entre ambos jugadores (ahora 2-1 para Nadal) y significaba la revancha para Coria de la derrota sufrida hace poco menos de un mes en la final de Montecarlo. El argentino estuvo cerca pues los dos se castigaron con potencia y toque de clase, y sin dejar de correr.