Baloncesto León deja escapar una victoria cantada (87-86)
León fue de más a menos ante el Menorca y acabó jugando a la ruleta rusa en los tiros libres con el tiempo cumplido Esta tarde habrá sesión táctica para la cita de mañana
León perdió, pero fue a un cara o cruz. Es difícil la presión y más con dos tiros libres, sin tiempo y en un minipabellón con un ambiente ensordecedor. Y ayer a Barnes le tembleó el pulso El equipo remó y remó, y como dice el tópico murió en la orilla. León inició el partido de una forma arrolladora y la defensa individual del Menorca apenas podía hacer nada. Rivero, con trece puntos en poco más de cuatro minutos lideraba a un equipo que estaba cómodo. Defendía sólido, reboteaba y corría, lo que le puso doce arriba (6-18) de entrada. Pero las cosas no iba a ser tan fáciles y se empezaron a complicar con la segunda falta de Dani que se fue al banquillo -ayer sus salidas de la pista se notaron y mucho-, y con la mejoría en defensa del Menorca. De un máximo de 8-23 se pasó al final del cuarto a un 23-31 porque el rival había despertado con Alberto Miguel exhibiendo sus caulidades de tirador. Esa tendencia continuó en el segundo cuarto, que se convirtió en un festival de triples al que sumó incluso Barnes. El tanteador avanzaba rápido y las alternativas defensivas del Menorca le dieron resultado para ajustar el marcador, y en ataque devolvía el éxito exterior que había tenido León en el primer cuarto (5/7) en triples. Pero el conjunto leonés empezó a jugar con Barnes y eso le permitió mantener la iniciativa aunque de forma más leve. El Menorca también jugaba sus bazas y tanto Camps como Reynés provocaban a la grada para elevar la presión. Al descanso León se fue con tres puntos de ventaja (50-53) porque el Menorca supo jugar mejor las últimas bazas. El tercer periodo estuvo marcado por la igualdad -algo más propio de un play-off- porque Stewart logró un primer empate a 55 que marcaría los siguientes minutos en los que el ex de León Llorens logró poner por dos veces al Menorca por delante aunque el equipo leonés recuperó la iniciativa de la mano del tiro de Dani García. A Barnes le cayó una tercera falta muy protestada en un tapón y una antideportiva a Panadero pero León intentó mantener la calma, con dos bases en la pista aprovechando que la pareja del Menorca estaba cargada de personales. Y fue precisamente Dani el que tuvo que devolver un nuevo triple de Alberto Miguel para que León iniciase el periodo definitivo arriba (68-71). Jareño mantuvo en la pista a los dos bases, los estadounidenses y Dani García para afrontar el cuarto final, pero su tercera falta le obligó a irse al banquillo cuando no había transcurrido ni un minuto para ceder su puesto a un Martín Ferrer, hacia el que se había calentado las cosas y anoche fue objeto de las iras de la grada. El rival sólo tenía nacionales en la pista y la apuesta le dio resultado para ponerse arriba en el marcador. El Menorca apretó en defensa y la grada se creció generando un ruido ensordecedor en el pequeño pabellón. Y Reynés con sumaba diez puntos consecutivos para colocar la máxima renta en favor de su equipo en todo el partido (81-75) a 5:56 para el final. Jareño paró el partido y buscó un quinteto más ortodoxo para buscar la recuperación de su equipo. Y el resulado fue optimó porque León sumó un parcial 0-7 que le devolvió la iniciativa aunque de forma leve. Y llegaron los últimos dos minutos con 85-84 y la primera noticia fue positiva, con la exclusión de Camps. León tuvo una opción para matar el partido con un triple a falta de un minuto que erró Panadero y abrió una racha de errores sucesivos de ambos conjuntos mientras el tiempo bajaba. Menorca se puso arriba (87-86) al aprovechar un barullo en la zona leonesa a falta de 14 segundos. Todo iba a una carta, a cara o cruz con un ataque a vida o muerte. Menorca apretó en defensa y forzó una falta agónica que llevó a Barnes a la línea de tiros libres sin tiempo en el crono. El estadounidense falló los dos y no pudo ni siquiera forzar la prórroga. El Menorca se pone uno arriba y mañana se medirá qué efecto genera una derrota tan dura como la de anoche.