El equipo apela a la Marea Roja con la remontada al Bilbao como aval

En el equipo existe el convencimiento de que la Marea Roja será hoy su gran baza para poder resucitar en esta eliminatoria y salvar los muchos males que se han acumulado en las últimas jornadas. Por ello el León anunció ayer que esta tarde se abrirá el párking del estadio Amilivia para facilitar las cosas a los aficionados y convertir las gradas del Palacio de Deportes en una auténtica Marea Roja, como la que se vivió hace un año en el quinto partido contra el Menorca, o la que facilitó la histórica remotnada al Bilbao de hace dos años, cuando un equipo levantó por vez primera un 2-0 como éste. Y es que lo ocurrido en Mahón no ha pasado desapercibido para un equipo que sufrió una gran presión y que quiere ahora aprovechar el factor cancha como ya lo hizo el Menorca durante los dos primeros encuentros. La grada apretó y mucho tanto al rival como a los colegiados, y eso permitió que en los partidos aconteciesen cosas que en otras circunstancias no habrían llegado. El Menorca se sentía mucho dueño de la cancha y no faltaron los malos gestos hacia el equipo leonés, que incluso llevaron al entrenador del rival, Curro Segura, según ha trascendido, a tener que pedir perdón al cuerpo técnico de León en lo que fue una clara de que su comportamiento no había sido el más idóneo sobre la cancha. Y es que si el arbitraje del primer partido no dejó ningún reparo ni para unos ni para otros en la segunda ocasión los colegiados se dejaron llevar por un ambiente realmente atronador y sólo cuando vieron a León caído en la lona no tuvieron ningún reparo en señalar acciones más que sonrojantes como la presunta antideportiva de Salva Camps que sólo vieron ellos en un pabellón repleto de personas o las continuas faltas al Menorca en los últimos minutos del partido.